La espía castrista Ana Belén Montes es homenajeada en un municipio de Puerto Rico

La espía castrista Ana Belén Montes, compartió secretos de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de los Estados Unidos a Cuba durante varios años. (Foto: FBI – Sitio Web)

Ana Belén Montes, quien llegó a ser considerada como la espía más peligrosa del fallecido dictador Fidel Castro en Estados Unidos, fue homenajeada en un acto político-cultural en el municipio de Utuado, Puerto Rico.

Según América Tevé, la mujer recibió una copia de la obra “Ala que cayó al mar”, de la artista mosaiquista Ivonne Rivera, a modo de agradecimiento por su “amor hacia Puerto Rico y América Latina”.

Montes, quien cumplió una condena en Estados Unidos, participó activamente en las actividades conmemorativas organizadas por dicho comité. La aparición de Montes cobra relevancia en un contexto marcado por el reciente arresto del embajador estadounidense Manuel Rocha, acusado de trabajar como agente encubierto para La Habana durante más de cuatro décadas.

La presencia de Montes en el evento ha provocado opiniones divergentes. Mientras algunos la ven como un acto de desafío y orgullo, otros la consideran controvertida, dadas las circunstancias de su pasado y el contexto actual de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

Montes fue liberada antes de la fecha originalmente establecida por el Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos. La agente castrista, de 65 años, cumplió 20 de los 25 años de condena por el cargo de conspiración para cometer espionaje a favor del gobierno cubano.

Los cinco años restantes los cumple bajo libertad condicional en territorio estadounidense y con estrictas restricciones, incluyendo la supervisión y el monitoreo de su acceso a internet. Ella es hija de padres puertorriqueños y nacida en un base de EEUU en la entonces Alemania Federal.

Durante su tiempo como analista principal sobre asuntos cubanos en la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), Montes filtró información clasificada, ubicación de instalaciones y proyectos militares a favor de la dictadura comunista cubana. Su disposición incluso llegó a poner en riesgo la seguridad de las posiciones del ejército estadounidense.

El arresto fue ordenado por Washington apenas días después del trágico atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, debido al temor de que pudiera compartir los planes contra los terroristas implicados en ese devastador suceso con Fidel Castro.

Para evitar una sentencia de pena de muerte o cadena perpetua, Montes colaboró con las autoridades estadounidenses, revelando nombres de contactos y otros datos cruciales para la seguridad nacional de EEUU. Además, reveló cómo fue reclutada por otra espía, Marta Rita Velázquez, quien huyó a Suecia al enterarse de la captura de Montes.

El régimen castrista no expresó su interés en darle acceso al territorio cubano, como ha ocurrido con otros de sus espías liberados tras cumplir condenas en la nación norteamericana.