NOTICIAS DE CUBA
La estafa de Libra: la criptomoneda que involucra a Milei en Argentina
La oposición exige una investigación judicial para determinar si Milei o su equipo obtuvieron algún beneficio de la estafa

En apenas seis horas, los creadores comenzaron a vender sus tokens, lo que llevó a la abrupta caída de su valor hasta quedar prácticamente en cero. (Foto de referencia © Periódico Cubano – Grok)
El presidente de Argentina, Javier Milei, se ha visto envuelto en una gran controversia debido a su relación con la criptomoneda Libra, un activo digital fraudulento que ha generado pérdidas millonarias a miles de inversores. Este escándalo desata actualmente una fuerte reacción política y mediática, con sectores de la oposición exigiendo una investigación y hasta su dimisión.
El caso comenzó el 14 de febrero de 2025, cuando un grupo de individuos vinculados al mundo de las criptomonedas lanzó Libra, utilizando sin autorización la imagen de Milei. A pesar de no existir un respaldo sólido detrás del proyecto, se promovió como una gran oportunidad de inversión, logrando atraer a decenas de miles de compradores en pocas horas. Libra se encuadra en el concepto de “meme coin”, criptomonedas creadas a partir de figuras populares con el objetivo de generar especulación y obtener ganancias rápidas.
El esquema de la estafa siguió un patrón común en el mundo cripto: se creó la moneda y se difundió masivamente en redes sociales con mensajes llamativos como “la criptomoneda de la libertad”.
Influencers y cuentas anónimas contribuyeron a aumentar su notoriedad, impulsando la compra masiva del activo. Sin embargo, la realidad era que el 82% de los tokens estaban en manos de sus creadores, quienes, tras incrementar artificialmente su valor, vendieron sus participaciones y desaparecieron con el dinero de los inversores, lo que se conoce como “rug pull” o “tirón de alfombra”.
La polémica en torno a Milei surge porque el mismo día del lanzamiento de Libra, el presidente argentino publicó un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter) en el que promovía la criptomoneda y la vinculaba con el desarrollo económico de la nación sudamericana.
Su publicación generó confianza entre sus seguidores y en la comunidad cripto, llevando a que más de 40.000 personas adquirieran el activo en cuestión de horas, elevando su capitalización de mercado a 4.000 millones de dólares. No obstante, en apenas seis horas, los creadores comenzaron a vender sus tokens, lo que llevó a la abrupta caída de su valor hasta quedar prácticamente en cero.
Cuando se hizo evidente el fraude, Milei eliminó su publicación sin dar explicaciones inmediatas. Posteriormente, emitió un mensaje en el que negaba cualquier vinculación con el proyecto, asegurando que solo había querido respaldar un supuesto emprendimiento privado y que, al conocer los detalles, decidió retirar su apoyo. Sin embargo, su respuesta fue considerada insuficiente, ya que no incluyó disculpas ni explicaciones claras sobre su involucramiento.
El escándalo generó un terremoto político en Argentina. La oposición exigió una investigación judicial para determinar si Milei o su equipo obtuvieron algún beneficio de la estafa. La Oficina Anticorrupción abrió una investigación para analizar su nivel de implicación en la promoción del activo fraudulento. Las preguntas clave giran en torno a si el presidente fue engañado o si, por el contrario, participó de alguna manera en el esquema.
Este caso es un claro ejemplo de cómo la falta de regulación y el desconocimiento pueden llevar a grandes pérdidas en el mundo de las criptomonedas. Aunque la responsabilidad principal recae en los estafadores, muchos inversores se ven afectados por su falta de análisis y la búsqueda de ganancias rápidas sin entender los riesgos. La situación de Milei sigue en investigación, y queda por verse si esto afectará su futuro político o si podrá salir ileso de la controversia.
