Tras la reciente expulsión de Nicaragua del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la Organización de Estados Americanos (OEA) reaccionó enfáticamente.

Luis Almagro, secretario general de la OEA, dijo que condena la violencia y la represión del régimen de Ortega. Además señaló que la solución para la agravada crisis es el dialogo y que la expulsión del representante de la ONU no contribuye a eso.

“Reiteramos nuestra enérgica condena a los actos de violencia, represión, violación de los Derechos Humanos y abusos contra la población de Nicaragua, así como a la persecución selectiva, las detenciones arbitrarias y las prácticas de criminalización de los disidentes y sus familias, según ha informado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH)”, expresa el comunicado difundido hace horas.

Para la OEA es imprescindible acatar los acuerdos para que los mecanismos de recolección de información puedan efectuarse con normalidad y así ayudar a ver la realidad de lo que está sucediendo en el país. Solo así podremos ayudar verdaderamente al pueblo nicaragüense.

Desde el mes de abril Nicaragua se ha visto sumergida en una crisis política que derivó en económica, cuando se desataron protestas sociales y estudiantiles por los recortes hechos por Daniel Ortega a las pensiones de los ancianos y modificaciones al sistema tributario.

Con información de Martí Noticias