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“La pesadilla de la libreta cubana”: youtuber español expone la dura realidad alimentaria en la Isla
Juan José Dalmau registró en video la crisis del consumo regulado y las dificultades para acceder a los alimentos
La libreta de racionamiento, vigente desde hace más de seis décadas, ya no cumple su promesa de asegurar alimentos. (Captura de pantalla © JDalmau – YouTube)
El youtuber español Juan José Dalmau, reconocido como uno de los principales influencers gastronómicos de España y con 1,18 millones de seguidores en YouTube, ha documentado su experiencia en La Habana en un reciente video titulado Así hacen la compra en Cuba: La pesadilla de la libreta cubana.
Su recorrido por la capital cubana le permitió registrar de primera mano las condiciones precarias en que viven miles de cubanos, especialmente en cuanto al acceso a alimentos y productos básicos.
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Dalmau visitó bodegas, panaderías y barrios del centro habanero donde fue testigo del deterioro material y la profunda escasez. En su relato, expresó su impacto al ver viviendas colapsadas “que parecen haber sido bombardeadas”, habitadas por familias en situación de extrema pobreza.
Además, compartió que, tras su visita, algunos allegados le advirtieron que no podría volver a Cuba, ya que sus críticas no serían bien recibidas por las autoridades del país.
En el video, Dalmau retrata cómo, para millones de cubanos, conseguir un pan puede tomar horas de espera. Cada persona recibe un pequeño pan redondo mediante la libreta de abastecimiento, que en muchos casos representa la única comida segura del día.
Las panaderías estatales muestran un marcado deterioro: puertas inservibles, atención por ventanas y ausencia de otros productos. No existe un horario fijo para el despacho del pan, lo que obliga a la población a esperar sin certezas.
El influencer recorrió las calles de la ciudad, entrevistando a los isleños. (Captura de pantalla © JDalmau – YouTube)
La situación en las bodegas es similar. Muchos establecimientos permanecen cerrados o carecen de productos. Cuando llegan arroz, azúcar o compotas, los vecinos se aglomeran para adquirir su ración mensual. En varios locales, solo quedan estantes vacíos y una pesa sin uso.
Frente a la falta de alimentos en el sistema estatal, muchas personas recurren al mercado informal. Se ofertan huevos, bebidas alcohólicas o agua embotellada, pero sin garantía de higiene ni precios regulados. Otros productos, como el aceite o la leche en polvo, solo se encuentran en tiendas en moneda libremente convertible, inaccesibles para quienes no reciben remesas.
En paralelo, han surgido pequeñas empresas privadas conocidas como mipymes, que venden artículos importados con precios que superan varias veces el salario medio mensual. Esta liberalización ha ampliado la oferta, pero también ha profundizado la desigualdad.
Juan José Dalmau revela, en un video grabado en La Habana, la precariedad alimentaria que enfrentan miles de ciudadanos ante la falta de productos básicos y el deterioro urbano. (Captura de pantalla © JDalmau – YouTube)
La libreta de racionamiento, vigente desde hace más de seis décadas, ya no cumple su promesa de asegurar alimentos. Muchos cubanos deben apoyarse en familiares del exterior para subsistir, mientras otros consideran la emigración como única salida.
El video de Dalmau ha generado miles de reacciones en redes. Más allá de la experiencia gastronómica que caracteriza su canal, esta incursión en la vida cotidiana cubana revela una realidad que, para muchos, sigue oculta al resto del mundo. La combinación de escasez, infraestructura colapsada y restricciones económicas configura un panorama difícil que obliga a la población a sobrevivir en condiciones extremas.
