NOTICIAS DE CUBA
La violencia de género, un enemigo latente en la sociedad cubana
La violencia de género es otro secreto a voces en Cuba
Ocho de cada 10 mujeres han sufrido violencia, acoso o abuso sexual.
Es un número al que tal vez no quería pertenecer Vertrudiz, una campesina asesinada por su pareja en la ciudad de Cienfuegos. O Yankiel, muerta a manos de su pareja, que también le arrebato la vida a sus dos hijas de 2 y 5 años en un pueblo rural de Las Tunas.
Así como Vertrudiz, Yankiel y sus dos pequeñas, existen por lo menos 30 cubanas que murieron a manos de sus parejas o exparejas en los últimos meses. Gisel, Marta y Mailin, son dígitos de una estadística que no se encuentra, son los datos recolectados por activistas de la sociedad civil y que ellas mismas publican en redes.
Si se buscan las estadísticas de la violencia de género o de feminicidios en América Latina, aparecen casi todos los países, excepto Cuba. Para la prensa estatal, la fuente de sucesos es algo ilusoria.
Sin un mecanismo oficial que pueda relatar y registrar estos casos, la violencia de género se convierte en un secreto a voces.
Con la autorización del gobierno del uso del internet móvil a finales del año 2018, miles de cubanos lograron acceso a las redes sociales y así se convirtieron en cronistas y narradores de lo que sucedía en la isla, y esta nueva conexión logra que el activismo pueda reclamar y exigir medidas para parar a este enemigo al acecho.
Feminicidios en pandemia
Con el llamado a quedarse en casa a causa de la pandemia, la violencia en los hogares se ha desatado. Esta situación se vuelve mucho más complicada en Cuba, donde los feminicidios o asesinatos por razones de género -un tipo legal específico- no están abordados por la legislación cubana.
En lo que va del 2021, al menos seis mujeres han muerto a manos de sus parejas. Muchas de estas denuncias se hicieron desde la plataforma «Yo sí te creo en Cuba» y la revista Alas Tensas, encargadas de mostrar la realidad que vive la mujer cubana.
En el caso de Vertrudiz, su esposo una vez que le disparó a quemarropa optó por quitarse la vida. Sin embargo, de llevarse a juicio, habría enfrentado una condena entre 15 y 30 años de prisión hasta cadena perpetua.
Para Alas tensas no es suficiente la respuesta del Estado, que en la Constitución (2019) sí reconoce la violencia de género y apoya a la mujer que la sufre, pero carece de una real preocupación, debido a que no se tipifica el delito en el Código Penal.
“Una sola muerte por razones de género importa y es una razón suficiente para promulgar una ley contra la violencia de Género, tipificar el feminicidio en el Código Penal y una serie de acciones por parte del gobierno que estamos esperando desde hace muchos años”, sentenció Alas tensas.