Lentitud y secretismo en reparación de emblemático edificio del Retiro Médico en La Habana

Sin explicaciones de ningún tipo se han detenido los trabajos de restauración del emblemático edificio del Retiro Médico, ubicado en la intersección de las calles 23 y N de la Rampa habanera.

El inmueble, diseñado por el reconocido arquitecto cubano Antonio Quintana, ha estado en el centro de la polémica desde el 20 de febrero del 2011, fecha en que el entonces presidente del Consejo de Vecinos del edificio, Carlos Viciedo Gómez, solicitó su reparación debido a sus notables signos de deterioro.

Sin embargo, fue apenas el 30 de noviembre de 2017 que se celebró una reunión de vecinos para anunciar la reparación del edificio.

A inicios del 2018, comenzaron a construir los andamios nuevos, traídos desde España, junto con un técnico que dirigió su montaje. Los vecinos estaban alegres y aliviados de la joya arquitectónica que iba a salvarse.

Los trabajaron iniciaron tras la instalación de los andamios, pero los materiales necesarios no llegaban, por lo que de los 25 trabajadores que se habían programado en un principio, las labores comenzaron sólo con cinco.

“Así han transcurrido todos estos meses en que se han efectuado dos reuniones con los organismos involucrados y responsables de la reparación, señala. Estas reuniones se han producido fundamentalmente por la insistencia de los vecinos ante la lentitud de los trabajos” explicó Viciedo.

“Baste decir que en todo este tiempo lo único que se ha reparado son los balcones que estaban en mal estado. Y todavía no se han terminado, quedando la mayor parte de la reparación del edificio sin tocarse” añadió.

Destacó que, a dos años de aprobarse la reparación del edificio, el gobierno aún no ha explicado con claridad en qué consisten los trabajos, ni la posible fecha de culminación de los mismos.

También indicó que, aunque en un principio les dijeron que ya estaban asegurados todos los materiales para la reparación, ahora cuando han podido hablar con alguno de los responsables de la obra, se les dice que “no hay presupuesto”.

“Lo que ha puesto la tapa al pomo, dicho en buen cubano, es la última acción que han tomado los responsables de la obra. Y es que desde el 31 de mayo de este año hasta el día en que se escribe esta nota, hace 69 días, se interrumpió la labor en nuestro edificio de la pequeña e incompleta brigada que se encargaba de su reparación” denunció.

“Hasta hoy nadie ha explicado claramente por cuánto tiempo la mandaron a otro lugar y en qué situación real está el futuro de la reparación de nuestro edificio. Reclamamos la necesidad urgente de una reunión informativa con los vecinos”, concluyó, desalentado por la incertidumbre de las labores de restauración del edificio.