Lo que el socialismo le hizo a Venezuela

Hace 20 años, Venezuela era el país más rico de Latinoamérica, sin embargo, pese a que aun tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, su sistema político como democracia socialista, tiene al país en una crisis social, política y económica que lo posiciona hoy por hoy como el más pobre del continente.

Luego de que Hugo Chávez prometiera reformas sociales y económicas justas para los pobres de su país y fuera elegido por el pueblo venezolano, la mala administración de los recursos, provocada por la ausencia de cualquier grupo de planificadores centrales lo suficientemente preparados para administrar una economía completa, llevó a la solución de imprimir más dinero, lo que causó una inflación masiva.

Cuando las empresas aumentaron sus precios para compensar los efectos que resentían de la inflación, Hugo Chávez y Nicolás Maduro, llamaron a eso “especulación” y confiscaron los negocios de muchos como castigo. El gobierno se encargó entonces de la administración de los negocios, ya que supuestamente “no estaban obsesionados con las ganancias”, por lo que reducirían los precios para hacerlos más accesibles a la población.

Sin embargo, es la búsqueda de ganancias lo que mantiene una economía funcional y la ausencia de este dinamismo económico que mantiene las ganancias en movimiento, provocó el colapso, no sólo de Venezuela, sino de naciones como Rusia, Corea, Vietnam, Camboya y Cuba.

Aunque se mencionan ejemplos de países “socialistas” con economías saludables, lo cierto es que los sistemas que rigen naciones como Dinamarca o Suecia son capitalistas. No establecen un salario mínimo nacional. Ellos imponen menos regulaciones a las empresas. Sus líderes incluso se desviven para señalar que no son socialistas. El primer ministro de Dinamarca fue a la televisión para responder a los comentarios de Sanders diciendo: “Dinamarca está lejos de ser una economía socialista planificada. Dinamarca es una economía de mercado”.

Parece ser que lo único que se requiere es una reducción del control gubernamental sobre la economía, lo contrario de lo que se ha intentado en naciones puramente socialistas, como Venezuela o Cuba. Dinamarca, por ejemplo, privatizó el sistema telefónico nacional y los ferrocarriles, y vendió el aeropuerto de Copenhague a una empresa privada.

Por su parte, el historiador económico sueco Johan Norberg señala: “Tuvimos un período en los años 70 y 80 cuando tuvimos algo que se parecía al socialismo, un gran gobierno que cobraba impuestos y gastaba mucho. [Pero] ese es el período en la historia sueca en que nuestra economía iba hacia el sur”.

De manera que Suecia también redujo el papel del gobierno. Privatizaron los negocios e incluso instituyeron la opción escolar.

Así queda patente que lo que mantiene a las naciones socialistas en el desamparo económico, es la fusión de los ámbitos económico y gubernamental.

Con Información de Miami Diario