Los 14 métodos de tortura que aplica el gobierno cubano contra opositores

Los agentes del gobierno cubano aplican diferentes métodos de tortura contra los opositores. (Foto: Bárbara Farrat – Facebook)

La plataforma jurídica independiente Cubalex presentó el pasado martes un informe ante el Comité Contra la Tortura de las Naciones Unidas, para denunciar 14 métodos de tortura y tratos crueles contra disidentes en Cuba.

El documento, firmado también por otras 13 organizaciones cubanas e internacionales, alerta sobre las violaciones de los derechos humanos a través de esos métodos ejecutados por las fuerzas represoras del régimen castrista.

El medio independiente CubaNet compartió una descripción y casos relacionados con estos actos de torturas, que tienen como propósito obtener una confesión, intimidar o provocar un castigo.

“La Convención Contra la Tortura especifica que estos actos son ejecutados por agentes estatales en el ejercicio de sus funciones públicas u otras personas en complicidad con las autoridades”, aseveró la periodista Claudia Padrón Cueto, autora de la nota.

Actos de repudio

Simpatizantes del gobierno incurren bastante en los actos de repudio que consisten en agresiones verbales contra disidentes. En la mayoría de las ocasiones también se registran agresiones físicas como el lanzamiento de piedras o comida hasta golpes con las manos o cables envueltos en periódicos.

Los participantes se paran afuera de las casas de activistas o en las inmediaciones de las sedes de movimientos opositores para realizar el acto que es vigilado por agentes de la Seguridad del Estado vestidos de civiles.

Arrestos violentos

La mayoría de los disidentes arrestados reciben golpes en el abdomen y el rostro, además de ser víctimas de llaves de inmovilización que podrían causar la muerte por asfixia. Los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y Seguridad del Estado utilizan sus manos abiertas, puño o las tonfas para estos castigos que causan fracturas, laceraciones y hematomas en los agredidos.

Gas pimienta

Los represores del régimen tienen entre sus armas unos dispositivos para disparar gas pimienta al momento de arrestar a algún opositor. Este compuesto químico va directo hacia los ojos a fin de generar una ceguera temporal.

El gas también es lanzado hacia la boca, acción que causa una sensación de asfixia en las vías respiratorias y tos seca intensa. En 2013, los agentes rociaron con gas pimiento al rapero contestatario Ángel Yunier Remón Arzuaga para que no pudiera gritar al momento de su detención.

Manos en la espalda con esposas apretadas

Elementos de la PNR o de la policía política suelen torcer los brazos de detenidos en la espalda y apretar las manos con las esposas durante las detenciones e interrogatorios. Con esta acción le fracturaron un dedo al rapero Maykel Osorbo, uno de los compositores del tema ‘Patria y Vida’ e integrantes del Movimiento San Isidro.

Exposición a altas temperaturas

En lugar de llevar a los detenidos a una celda, los agentes de la Seguridad del Estado suelen dejarlos varias horas adentro de las patrullas y expuestos al sol, sin acceso a agua o alimentos. Mientras los oficiales se refugian en una sombra, los arrestados sufren síntomas como mareos, fatiga, dolor de cabeza, zumbidos en los oídos y sudoración excesiva.

“Con ese calor, el sudor te corre en los ojos y la nariz y no puedes ni limpiarte, sentí mareos y náuseas y tuve un vómito verde por no comer”, manifestó el opositor José Rolando Casares al ser víctima de esa exposición en Pinar del Río.

Abandono

Varios activistas han denunciado que los esbirros del régimen les confiscan teléfono y dinero para luego abandonarlos muy lejos de sus respectivos hogares o en zonas despobladas, donde se corre el riesgo de ser víctimas de delincuentes.

La única opción ante este caso es caminar con la esperanza de encontrar ayuda para regresar lo más pronto posible a casa. Estos abandonos generalmente se aplican en las noches y hasta incluyen golpizas si el arrestado se niega a bajar de la patrulla.

Exposición a bajas temperaturas durante los interrogatorios

Oficiales abrigados o con ropa de manga suelen interrogar a los opositores en habitaciones climatizadas con baja temperaturas. En algunas ocasiones los detenidos son sentados frente al aire acondicionado mientras sus manos se encuentran atadas en la silla.

Intimidaciones, chantajes y amenazas

Los activistas privados de su libertad de manera arbitraria, en una unidad policial o “casa de visita” de la Seguridad del Estado, son víctimas de amenazas sobre su integridad o la de sus familiares.

Estas intimidaciones incluyen amenazas de muerte, condenas de prisión por motivos políticos, daños físicos, afectaciones laborales y hasta prohibición de atenciones médicas.

Comentarios degradantes

Los activistas afrocubanos de manera constante son agredidos con comentarios racistas cuando son detenidos o interrogados.

“Mujeres policías, también negras, nos decían el combo de las monas. Nos cantaban una cancioncita que decía: ustedes no tienen madre, la madre es una mona”, denunció Jackelin Boni, una Dama de Blanco víctima de esta situación.

Calabozos en precarias condiciones

Los calabozos en las estaciones de la PNR y en las cárceles se caracterizan por ser incómodos e insalubres. Algunos de estos espacios miden tres metros de largo por 1.5 de ancho y en ellos encierran a varias personas que solo pueden estar de pie o sentadas.

En vez de inodoros, las celdas tienen agujeros en el piso por donde salen ratas y cucarachas. A esto se le suma la falta de privacidad, los guardias pueden ver a los detenidos cuando se bañan, defecan u orinan.

Opositores detenidos también han denunciado que en estas celdas se filtra el agua cuando llueve y no tienen forma de cubrirse ante las goteras.

Desnudos forzados para revisión corporal

Las revisiones corporales por parte de los represores son muy violentas. Esta tortura se aplica generalmente contra las mujeres para la inspección de sus genitales.

Las opositoras que se niegan a esto, les terminan arrancando sus ropas hasta desnudarlas y luego son golpeadas en la región lumbar hasta hacerlas caer, posteriormente las agentes les abren las piernas para examinarlas.

Falta de acceso a almohadillas sanitarias

En las cárceles para mujeres o estaciones policiales niegan almohadillas sanitarias a las detenidas cuando comienzan a menstruar. Este castigo representa una manera de discriminación, según lo establecido en la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

“Eso es horrible, imagínate la fetidez, la sangre pegada en las piernas, de días. Cuatro días sangrando ahí, sin nada. Fue horrible”, denunció la dama de blanco Jackelin Boni al ser víctima de esta situación.

Niegan asistencia médica

En las cárceles cubanas no siempre está garantizada la atención médica para los opositores arrestados. La mayoría ha pasado bastante tiempo sin recibir medicamentos ante algún padecimiento o varios días sin curación si sufren algún tipo de lesión.

Golpizas en los centros de detenciones

En los centros de detención del gobierno cubano ocurren severas golpizas contra opositores. En este maltrato participan entre cinco y seis agentes hasta dejar inconsciente al detenido. Al final, cuando ya no reacciona, le lanzan agua fría y lo dejan ahí tirado.