Madre cubana denuncia negligencia médica tras ocho meses sin diagnóstico para su bebé

Una madre cubana ha lanzado un desesperado grito de auxilio a través de las redes sociales, denunciando la negligencia sistemática del sistema de salud en Cuba, que ha ignorado durante meses la grave condición dermatológica que afecta a su hija de solo diez meses de nacida.

La denuncia fue publicada por el usuario Alexander Jesús Figueredo Izaguirre en su perfil de Facebook, un espacio donde con frecuencia se da voz a los casos que el aparato estatal prefiere silenciar. El testimonio de esta madre retrata el colapso de un sistema que se vende internacionalmente como gratuito y humano, pero que en la práctica condena al abandono a quienes más lo necesitan.

“Desde que tenía apenas dos meses, mi hija arrastra una enfermedad en la piel que le desfigura los pies, le causa dolor, comezón y heridas que se infectan una y otra vez”, relata la madre en su mensaje. Durante ocho largos meses, ha recorrido consultorios, policlínicos y hospitales sin obtener respuestas ni soluciones reales. Cada vez, el diagnóstico es el mismo: “escabiosis infectada”, una etiqueta genérica que justifica el uso repetido de antibióticos y cremas sin una investigación médica adecuada.

A pesar de seguir rigurosamente los tratamientos indicados —incluyendo permetrina, antibióticos orales, cremas tópicas y hasta remedios naturales— las lesiones de la niña regresan apenas se interrumpe la medicación. “¿Cómo es posible que un bebé tan pequeño pase ocho meses con una infección crónica y nadie se moleste en buscar el verdadero origen del problema?”, cuestiona la madre con evidente impotencia.

Lo más alarmante es la ausencia total de estudios especializados: no se le ha realizado un raspado cutáneo, un cultivo, ni siquiera un análisis dermatológico básico. Tampoco ha sido evaluada por un dermatólogo pediátrico, figura esencial en un caso como este. La familia, por su condición humilde, ha sido tratada como un número más en el sistema, sin acceso a investigaciones diagnósticas ni a una atención verdaderamente humana.

Esta denuncia pública no solo evidencia una falla médica, sino que revela el rostro más cruel de un sistema ineficaz que castiga la pobreza con indiferencia. La salud infantil en Cuba debería ser prioridad absoluta, pero en la práctica, el colapso del sistema, la falta de insumos y la deshumanización del personal sanitario están dejando a niños y madres completamente desprotegidos.

“No quiero limosnas ni compasión, quiero respuestas”, concluye la madre. Su demanda es simple: un diagnóstico serio, un tratamiento efectivo y un poco de sensibilidad. Mientras tanto, su bebé sigue sufriendo y ella, como tantas otras, solo cuenta con su voz para intentar mover una maquinaria oxidada que hace tiempo dejó de servir al pueblo.

En la publicación, algunos usuarios pidieron que denunciara los nombres de los médicos que han atendido a la niña. Asimismo, varias personas expusieron casos similares en la Isla y culparon a la dictadura cubana por la desidia.

Este caso llega en un momento de bastante impacto para la comunidad cubana dentro y fuera de la Isla, luego de que el niño Damir falleciera en Estados Unidos, país al que tuvo que trasladarse con su madre para tratar un padecimiento que en Cuba no tenían manera de resolvérselo.

Damir Ortiz Ramírez, de 10 años, falleció en abril de 2025 en el Nicklaus Children’s Hospital de Miami, tras una intensa lucha contra múltiples enfermedades y un sistema de salud que inicialmente lo desahució. En Cuba, fue diagnosticado erróneamente con leucemia de Burkitt y recibió quimioterapia inadecuada, lo que agravó su estado. Posteriormente, se determinó que padecía neurofibromatosis tipo 1, junto con complicaciones como paraplejía, ceguera parcial y daño renal.

Gracias a una campaña internacional, obtuvo una visa humanitaria y fue trasladado a Estados Unidos en marzo de 2025. En Miami, mostró mejoras temporales, como respirar sin asistencia y reducción de inflamaciones. Sin embargo, su condición era crítica y, pese a los esfuerzos médicos, no logró superar las secuelas del tratamiento erróneo recibido en Cuba. Su caso fue expuesto en la televisión cubana, donde los médicos que estuvieron a cargo de su tratamiento aseguraron que el niño tenía todo lo que necesitaba en el país, incluyendo las medicinas.