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Periódico Cubano

Matías Pérez: las falsas teorías de su vida y de su globo

HISTORIA DE CUBA

Matías Pérez: las falsas teorías de su vida y de su globo

Su primer intento ocurrió el 12 de junio de 1856

Posible foto de Matías Pérez (en el centro, con galera) y el piloto francés Eugene Godard (a la derecha, con una chaqueta clara, acodado en la barandilla) a bordo del globo Ville de París. (Reconstrucción a color: Periódico Cubano)

Uno de los vuelos más famosos en la historia de Cuba, si no el más famoso, ocurrió mucho tiempo antes de que la aviación llegara al país. Matías Pérez, seguramente has escuchado o leído sobre él, fue su protagonista, pero ¿qué falsos mitos hay detrás de su historia?

Matías Pérez no era cubano

Había nacido en Portugal a inicios del siglo XIX, país en el que ejerció como marino, sastre y toldero.

Era más conocido como “El Rey de los toldos”

En La Habana, había abierto un taller de toldos y marquesinas que gozó de gran prestigio en aquellos tiempos. “El Rey de los toldos” era el nombre del establecimiento y estaba ubicado en la calle Neptuno.

No fue el primero en volar un globo en Cuba

Antes, el galo Eugene Robertson se dispuso a hacer algo similar el 19 de marzo de 1828. Dos años más tarde, su compatriota, Adolphe Theodore, intentó imitarlo en tres ocasiones. El primer cubano en lanzarse a esta aventura fue Domingo Blineau, quien confeccionó un globo que utilizaba hidrógeno como combustible.

Matías Pérez no construyó su propio globo

La historia es la siguiente:

En 1850, Eugene Godard, un afamado piloto de la época, terminó de construir el globo Ville de París. Seis años más tarde llegó a Cuba y exhibió su creación en algunos vuelos. Conoció a Pérez en una de esas movidas. Entablaron una amistad y se subieron juntos al Ville de París el 21 de mayo de 1856.

Poco tiempo después, Matías le compraría el globo por 1200 pesos y pidió permiso al Capitán General de turno, Gutiérrez de la Concha, para efectuar su vuelo.

No desapareció en su primer vuelo

Su primer intento ocurrió el 12 de junio de 1856. Reflejan los periódicos que las condiciones eran espléndidas para la travesía. Viajó desde lo que hoy conocemos como Parque de la Fraternidad hasta territorios aledaños al Cerro.

Nunca se investigó sobre el posible paradero de Matías Pérez

El segundo y último vuelo sucedió el 29 de junio de 1856. El viento, según publicaban los medios, no era favorable para la realización de aquella actividad y, por ello, el aventurero luso tuvo que retrasar su partida hasta la caída de la tarde. Finalmente, voló y se perdió rumbo al norte, hacia la zona del estrecho de La Florida. Nunca más lo volvieron a ver.

El Capitán General, a quien Pérez había solicitado permiso para partir, ordenó una investigación para encontrarlo. Destinaron efectivos a territorios de Pinar del Río y La Habana, pero la pesquisa no arrojó resultados alentadores. Después vinieron las “bolas”. Te dejamos con la más famosa, publicada en el Diario de la Marina:

“Ayer vimos en algunas esquinas un cartel manuscrito que decía así: ‘Por un pasajero que acaba de llegar de Bahía Honda se sabe que ayer a las 10:30 de la mañana cayó (Pérez) entre el castillo y la ensenada de Bahía Honda en tierra firme. Habana, 1 de julio de 1856. B.S.’ No faltó alguno que al ver esas iniciales exclamase que aquello quería decir bola segura; lo cierto es que a estas horas nada se sabe aún sobre el señor Pérez, cuya suerte ha despertado un interés muy grande entre las clases”.

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1 Comment

1 Comment

  1. Guido

    28 octubre, 2019 - 7:13 PM at 7:13 PM

    Co…., ¡ya desde 1856 la gente se arriesgaba a cruzar el Estrecho de la Florida!

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