Médicos cubanos exiliados en EEUU podrían trabajar en América Latina y revalidar su título

La idea sería un golpe demoledor para las embajadas del régimen que utilizan a los profesionales de la salud en misiones médicas como agentes de influencia castrista. (Captura de pantalla © América Tevé – YouTube)

Organizaciones del exilio cubano en Miami han anunciado un innovador proyecto destinado a impactar profundamente en las controvertidas misiones médicas internacionales promovidas por el régimen castrista.

La iniciativa busca ofrecer a profesionales cubanos de la salud exiliados en Estados Unidos la oportunidad de ejercer su profesión directamente en países latinoamericanos, sin la intermediación opresiva del régimen cubano.

Este proyecto surge como una luz de esperanza para los médicos que, habiendo huido de las condiciones adversas de las misiones cubanas, buscan seguir ejerciendo su vocación. Al ser contratados directamente por gobiernos latinoamericanos, estos profesionales podrán trabajar en condiciones justas, sin temor al robo de salarios o a la explotación.

La idea sería un golpe demoledor para las embajadas del régimen en países de Latinoamérica, que utilizan a los profesionales de la salud en misiones médicas como agentes de influencia castrista. En teoría, los primeros gobiernos en aceptar la propuesta serían aquellos con mayores afinidades hacia EEUU, como el actual mandatario de Argentina, Javier Milei, y en Uruguay, con Luis Lacalle Pou.

La iniciativa no solo beneficia a los médicos cubanos en el exilio, sino que también promete mejorar la calidad de la atención médica en regiones necesitadas de América Latina. Los países participantes podrán contar con personal médico dedicado y experimentado, mientras se respeta la dignidad y los derechos de los profesionales.

Las organizaciones médicas en el exilio “Solidaridad Sin Fronteras” y “La Cruz Verde” desempeñan un papel crucial en este emprendimiento, asegurando que los médicos cubanos puedan integrarse efectivamente en estos nuevos roles.

Además, se está abogando por cambios legislativos en Florida que facilitarían la incorporación de estos médicos a sistemas de salud internacionales, sin las barreras que actualmente enfrentan, como por ejemplo el complejo y costoso camino para revalidar sus títulos.

Estas organizaciones estiman que actualmente en EEUU hay más de 33.000 profesionales cubanos que estarían dispuestos a sumarse a esta iniciativa, que sería una relación de ganar-ganar para todos los implicados.

Las misiones médicas del régimen cubano en el extranjero han sido objeto de controversia y críticas por ser consideradas formas de trabajo forzado o esclavitud moderna. Numerosos testimonios y reportes internacionales han cuestionado las condiciones laborales y de vida de los profesionales de la salud involucrados.

Estos médicos y personal sanitario son enviados a distintas naciones bajo acuerdos estatales, en los cuales una porción significativa de sus salarios es retenida por el gobierno cubano. Informes indican que los profesionales a menudo reciben solo una fracción de los ingresos generados por su trabajo, mientras que el estado cubano retiene hasta el 75% o más de los pagos efectuados por los países anfitriones.

Esta práctica ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos, que la califica como una explotación laboral y una violación de los derechos humanos, al limitar la libertad financiera y personal de los trabajadores.

Además, las misiones constituyen una fuente crucial de ingresos para Cuba, reportándose cifras que ascienden a miles de millones de dólares anuales, lo cual plantea interrogantes sobre la priorización del beneficio económico sobre el bienestar de los médicos.