Meteorólogos cubanos advierten sobre ocurrencia de rayos entre los meses de agosto y octubre

El rayo es una poderosa descarga natural de electricidad estática, producida durante una tormenta eléctrica, generando un pulso electromagnético. (Foto: Periódico Cubano)

Expertos en meteorología del Centro Nacional de Vigilancia del Clima de Cuba advirtieron que entre los meses de agosto y octubre se pronostica un incremento gradual de las tormentas en horas de la tarde hacia zonas del interior de la Isla, que estarán acompañadas por fuertes descargas eléctricas.

La información se da a pocos días de que un rayo alcanzara uno de los depósitos de combustible de la Base de Supertanqueros de Matanzas, generando un incendio que luego de extenderse hacia otros tres suministros, que ocasionó dos muertos y otras 14 personas desaparecidas, ha derivado en la mayor catástrofe industrial en la historia de Cuba.

De acuerdo con los especialistas, la formación de nubes con alta capacidad convectiva está asociada al calentamiento diurno que se acumula; de ahí que los rayos sean más frecuentes durante la tarde y primeras horas de la noche.

De igual forma, desde el Centro del Clima del Instituto de Meteorología (Insmet) recordaron que los meses de septiembre y octubre son los más lluviosos de Cuba, de acuerdo con los registros históricos de los últimos 80 años.

En ello inciden los acumulados que se reportan por el paso de ondas tropicales o ciclones, generalmente más activos entre la segunda mitad de agosto y la primera parte del mes de septiembre. La actual temporada de huracanes, que inició en junio y culmina en noviembre, ha sido muy poco activa, pero los pronósticos apuntan a un reforzamiento de condiciones favorables para el desarrollo de estos sistemas.

Para el periodo agosto-octubre se esperan acumulados de lluvias de 552.8 milímetros en el Occidente, 524.2 en el Centro y 442.2 en Oriente; mientras las temperaturas serán entre 31 y 32.5 grados Celsius en todo el país.

El rayo es una poderosa descarga natural de electricidad estática, producida durante una tormenta eléctrica, generando un pulso electromagnético. La descarga eléctrica precipitada del rayo es acompañada por la emisión de luz (el relámpago).

Aparecen tras el movimiento ascendente y descendente del aire contenido en una nube de tipo cúmulo nimbo, de gran desarrollo vertical, internamente formadas por una columna de aire cálido y húmedo que se eleva en forma de espiral rotatoria.

Por esas razones, forman descargas eléctricas positivas y negativas en exceso, y su rayo puede destruir un radio de 20 metros, a partir de su potencia y particularidades del suelo.

Debido a la gran intensidad de los voltajes y de las corrientes eléctricas que propaga (superiores a los 300 mil amperios durante millonésimas de segundos), el rayo es siempre peligroso. Así, los edificios y las redes eléctricas necesitan pararrayos y sistemas de protección. Sin embargo, incluso con esas protecciones, los rayos todavía causan muertes y lesiones en todo el mundo.