«Mi niño no era bombero», recuerda madre de joven fallecido en el incendio de Matanzas

Esta madre suele conmover en Facebook por la tristeza que vive desde que su hijo fuera enviado a enfrentar la muerte. (Foto: Vivianne Pérez de Prado – Facebook)

La cubana Vivianne Pérez de Prado, madre del joven Leo Alejandro Doval, quien murió en el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas, recordó a su hijo en el Día del Bombero cubano, pues aunque no era un profesional de este oficio, falleció al ser enviado a la mayor catástrofe desatada en una refinería del país caribeño.

Vivianne envió sus felicitaciones a «nuestros héroes que no flaquean cuando se trata de salvar vidas», y dedicó unas sentidas palabras a su hijo, quien cumplía el Servicio Militar Activo, de carácter obligatorio en la Isla, en el Comando de bomberos del Aeropuerto ‘Juan Gualberto Gómez’, en Varadero.

«Llevaba solo 3 meses en el servicio militar que pasaría por tan solo 9 meses, pues él salvaría vidas siendo médico, le mando con un dolor profundo mi mayor orgullo como madre, pues ante su inocencia aún de 19 añitos y no saber del peligro al que fue sometido mostró cómo siempre ser un ‘cojonudo’. Te Amo», expresó.

Un par de semanas atrás, al conmemorarse tres meses del siniestro, esta madre publicó otro emotivo post en Facebook, asegurando que desde el fatídico día en que su hijo fue enviado a aplacar las aterradoras llamas en la zona industrial de Matanzas, sufre “un dolor que no acaba”.

El Día del Bombero en Cuba se celebra cada 13 de noviembre. Este año, se rinde tributo a las víctimas del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, siendo muchos de ellos jóvenes que estaban pasando el servicio.

A causa del siniestro, perecieron en el acto 14 bomberos. Otros tres perdieron la vida luego de ser atendidos en hospitales. Doval, de apenas 19 años, fue la víctima más joven.

Estos hechos reavivaron una polémica añeja en el país, por lo que varios cubanos usaron en redes la etiqueta #NoAlServicioMilitarObligatorio para pedir que se elimine el carácter obligatorio de esta práctica en la Isla.

Unos días después de la tragedia, Vivianne publicó una triste despedida de su hijo: «¿Cómo logro seguir sin ver todos tus planes cumplirse, si ya tenías pensado como irías el primer día a Ciencias Médicas para hacerte Doctor en Medicina como a todos nos decías y un gran Neurocirujano? Ya lo tenías todo preparado, tu uniforme, tus zapatos, tu mochila y yo te decía ‘¿Pipo y las libretas?’, y me decías: ‘Sí es importante, pero más importante es grabar las clases para después quemarme las neuronas en las noches en el cuarto'».