Migrantes cubanos en Islas Caimán ocasionan grandes pérdidas al gobierno local

Según informa la prensa local de las Islas Caimán, el gobierno de este pequeño territorio ha tenido que emplear alrededor de 1.4 millones de dólares en la atención a los inmigrantes cubanos que se encuentran varados allí desde el 2018.

Un Centro de Detención de Inmigración (IDC) situado en el barrio de Fairbanks tuvo que ser cerrado hace apenas unas seis semanas pues el presupuesto asignado para él estaba sobregirado. Sin embargo ante la imposibilidad de buscar un nuevo local volvió abrir sus puertas y ahora con guardias de seguridad que custodian la instalación.

Los cubanos migrantes solicitan asilo en el país y ya 21 de ellos han logrado obtener el permiso de mantenerse legalmente en el territorio isleño situado al sur de Cuba.

De ellos, siete viven en un alojamiento aprobado alrededor de Gran Caimán, y el resto está hospedado temporalmente en el Centro Cívico de Gun Bay, donde los alojados tienen cubiertas sus necesidades básicas sin estar en un entorno de detención.

Este accionar de las autoridades se da en paralelo con las orientaciones internacionales que dictan brindar alternativas a la detención de los refugiados siempre que sea posible.

El pasado 8 de mayo se anunció que más de 10 cubanos que llevaban siete meses en el IDC, serían reubicados en viviendas vigiladas, pues le resulta más barato al estado. Todos recibirían 160 dólares al mes para alimentación, aseo y demás necesidades.

Sin embargo, a estos que se le dio la oportunidad de residir fuera se le impusieron estrictas normas, las cuales deben cumplir mientras se le tramita su asilo: respetar todas las leyes de Islas Caimán, no manipular las etiquetas electrónicas que portan en los tobillos, y observar un toque de queda nocturno entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana; el resto del tiempo pueden moverse libremente. En ningún caso están autorizados a trabajar.