Minsap: “Vamos a ser implacables” con choferes de ambulancia que cobren a los pacientes

El jefe del Departamento de Emergencia, Urgencia y Trasplante del Ministerio de Salud Pública, Luis Enrique Pérez Ulloa, señaló que, para garantizar la calidad del servicio, orden, y protección de los recursos en ambulancias, así como el uso eficiente del combustible, es necesario también enfocarse en la calidad de los recursos humanos.

En entrevista con el periódico oficialista Granma, Ulloa indicó que además de la preparación profesional es necesario para el personal del sector salud contar con los valores morales adecuados.

“Un aspecto relevante en ese camino es la actuación inmediata, de conjunto con otros organismos, ante los problemas y las negligencias de algunos trabajadores que, lamentablemente, todavía tienen manifestaciones de indisciplinas y de ilegalidades, si bien no son la mayoría”, dijo.

Mencionó el reciente caso de un operador de ambulancia en La Habana, que fue sorprendido cuando intentaba cobrar a un paciente por prestar el servicio por lo que inmediatamente fue dado de baja de su cargo y puesto a disposición de las autoridades correspondientes.

“Vamos a ser implacables con aquellos que cometen una manifestación de indisciplina, tales como ilegalidades o la corrupción, lo cual está en contra de lo que merece nuestro pueblo”, sentenció.

Añadió que el sistema de salud pública debe garantizar la atención médica de calidad al pueblo, por lo que quien sea un obstáculo para ese fin, perjudique o intente abusar de la necesidad de los pacientes será castigado en la medida de sus faltas.

Exhortó a la ciudadanía a denunciar cualquier intento de abuso por parte del personal médico o de emergencias del que sean víctimas o testigos.

“Para lograr esto, necesitamos la colaboración del pueblo en el enfrentamiento, para cuando vean una irregularidad, una ilegalidad, la denuncien, y así entre todos acorralar este tipo de actitudes antisociales, que no son la conducta que quiere y necesita hoy nuestro país”, enfatizó.

Estas declaraciones llegan en medio de la preocupación por la capacidad de seguir brindando servicios de emergencia ante la escasez de combustible que atraviesa Cuba y el de por sí mermado número de ambulancias con que cuenta la Isla.