Mipyme transforma el antiguo restaurante Varsovia de El Vedado en un mercado

Tras décadas de abandono, las instalaciones del emblemático restaurante Varsovia, ubicado en la esquina de 12 y 17, en El Vedado habanero, ha experimentado una asombrosa transformación. La histórica estructura, que alguna vez irradió esplendor, ahora se prepara para abrir sus puertas como un moderno mercado gracias a la gestión de una Mipyme, informó 14yMedio.

El pasado decadente del lugar ha sido reemplazado por una nueva visión que combina lo rústico con la innovación. Los vestigios del gris sólido y la desolación dan paso a un renacimiento en la estructura.

El deteriorado cartel con el nombre de la capital polaca ha sido retirado, las tablas de clausura que el Estado había impuesto han sido levantadas, y tras los ventanales de cristal se vislumbra una escena prometedora.

La Mipyme responsable de esta revitalización ha apostado por convertir el espacio en un mercado vibrante. Según el medio independiente, el interior ahora cuenta con nuevos equipos, anaqueles y muebles.

Aunque la mercancía aún no ha llegado, el sitio está listo para la acción. Cajas de madera destinadas a la venta de pan, frutas y vegetales, han sido organizadas en estanterías, y la zona de congelados se encuentra preparada para recibir los productos.

Una adición interesante al nuevo diseño es un mostrador estratégicamente ubicado al fondo de la nave. Esto sugiere que los propietarios no solo planean la venta de productos frescos, sino también la conveniencia de comida y bebida para llevar.

Además, el establecimiento ha sido equipado con aire acondicionado y cámaras de seguridad, garantizando una experiencia cómoda y segura para los clientes.

El Varsovia, que alguna vez albergó momentos de esplendor con una variada carta durante los años del subsidio soviético, cobrará una nueva vida. Aunque no alcanzó la altura de algunos de sus vecinos en El Vedado, como El Monseñor o El Conejito, su renacimiento promete aportar frescura a la comunidad.

Cuando era un establecimiento de comida, se ofrecía un menú a la carta en el que resaltaban platillos cubanos y también guisos de la cocina internacional. Su decoración era alusiva a la cultura polaca.

Mucho antes del Varsovia, otro restaurante había ocupado este espacio, conocido por sus famosos platos de arroz frito y su especialidad en cartuchitos de butifarra y jamón, cortados en cuadros.

Este renacimiento no solo marca la transformación física del edificio, sino también una historia y adaptación que resuena en la comunidad habanera. El Varsovia se prepara para escribir un nuevo capítulo en su historia, ahora como un mercado moderno que desafía las adversidades en la Isla. Queda por ver si estará a la altura del bolsillo del cubano de a pie, con un salario totalmente insuficiente para vivir de forma digna.