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Motorinas vietnamitas el nuevo producto de las tiendas en dólares en Cuba
El gobierno cubano invierte 3 millones de dólares en este medio de transporte
Las motorinas eléctricas de Vietnam llegarán en breve a Cuba para ser vendidas en las tiendas en dólares luego que el gobierno cubano invirtió 3 millones de dólares en la compra de dos modelos: Pega XMEN y Pega AURA, a la empresa Pega.
“Actualmente, hemos firmado dos contratos con nuestros socios cubanos por un valor de 3 millones de dólares, equivalentes a 70.000 millones de dong. El primer contrato es para vender 1.260 motocicletas Pega XMEN por valor de 20 millones de dong que están en contenedores a la espera de su traslado a Cuba. El segundo incluye 2.500 motocicletas Pega XMEN y Pega AURA por valor de 40.000 millones de dong. Estas motocicletas están en fabricación y se enviarán el próximo agosto”, dijo a la agencia estatal de noticias VNA, el gerente general de Pega.
“Nuestros socios cubanos quieren obtener una distribución exclusiva de motocicletas Pega en el mercado cubano. Su demanda es de 20.000 motocicletas al año”, añadió el empresario asiático.
El gobierno cubano vende motocicletas ensambladas en Cuba, la fábrica Minerva de Santa Clara lo hace, pero con piezas de China. El precio de comercialización de esos vehículos ronda los 1.000 CUC en sus versiones más económicas. Pero según la información del empresario vietnamita le vende al gobierno cubano un total de 3.760 motorinas en ambos modelos por las cuales cobra 3 millones de dólares. Por lo tanto, en promedio, cada moto eléctrica cuesta alrededor de 800 dólares.
Los modelos Pega XMEN y Pega AURA tienen una potencia de 1.200 W y pueden recorrer 100 km con una carga completa a una velocidad máxima de 50 km/h.
En ambos casos la calidad de estas es inferior a los vehículos que los comerciantes cubanos, de forma individual, importaban desde Panamá cuyo mercado lleva 4 meses suspendido como consecuencia del cierre de fronteras debido al coronavirus.
Estas motos eléctricas son muy populares en Cuba y denotan un símbolo de estatus social superior pues sus propietarios no tienen que depender del pésimo sistema de transporte interurbano que hay en todas las ciudades de la Isla.