Muere a los 99 años en Nueva York el “Rey de las 3 congas”, Cándido Camero

Cándido Camero Guerra, uno de los grandes instrumentistas cubanos de todos los tiempos y el único percusionista de la Isla, ganador del Jazz Master Award, falleció el sábado a los 99 años en su domicilio del Bronx, Nueva York, según confirmaron familiares.

“Tuvo una muerte natural, mientras dormía, en paz, tal como él vivió. Sus amigos cercanos estamos muy orgullosos, no solo de su inmensa obra musical sino también de su vida. Nos conocimos trabajando, pero nos convertimos en una familia”, declaró a Diario las Américas, el dramaturgo Iván Acosta, uno de sus más cercanos amigos.

“Se ha ido un artista único y un ser humano excepcional”.

“Antes de acostarse, la noche anterior, estaba riéndose, con muy buen apetito como siempre, la mente la tenía muy bien a pesar de estar a punto de cumplir 100 años [en abril]. Su humildad, educación y buen carácter le hicieron rodearse de amor hasta el último de sus días. Le recordaremos siempre”, manifestó, por su parte, su abogado y también amigo Roberto Marrero.

Conocido como el padre de la percusión cubana moderna, Camero se convirtió en una leyenda para amantes del jazz, latin jazz y ritmos afrocubanos.

Origen y llegada a Estados Unidos

Nacido en El Cerro, La Habana, el 22 de abril de 1921, comenzó a tocar el bongó a los 4 años y debutó profesionalmente a los 14. Su padre fue quien le enseñó a dar los primeros pasos con el tres, un instrumento que lo llevó a formar parte del Septeto Gloria Habanera, en el que acompañó a grandes figuras como Ramón Mongo Santamaría y Luciano Chano Pozo. Con este último, interpretó el conocido tema “Manteca”.

En julio 1946, con tan solo 25 años, llegó a Miami y de ahí, partió a New York para acompañar a los bailarines Carmen y Rolando en un show donde Dean Martin y Jerry Lewis eran las estrellas. En la Gran Manzana estableció por más de siete décadas su residencia y desarrolló la mayor parte de su obra.

Poco después de su arribo a Estados Unidos, fue contratado por el pianista Billy Taylor y luego por el trompetista y compositor Dizzy Gillespie.

Asimismo, fue solista de la big band de Stan Kenton y viajó con éxito por prestigiosos escenarios acompañado de su güiro y tres congas con diferentes afinaciones. Para lograr sonidos específicos, Cándido volteaba las congas o tumbadoras afrocubanas, lo cual contribuyó a la formación de su estilo. Fue el primer percusionista en popularizar las congas en el ámbito del jazz y la música popular en el mundo.

Legado artístico de Cándido Camero

Durante su vida artística, realizó más de 700 grabaciones como instrumentista, compositor y arreglista. A la par trabajó al lado de grandes del siglo XX como: Charlie Parker, Miles Davis, Tito Puente, La Lupe, Celia Cruz, Duke Ellington, Dinah Washington, Lionel Hampton, Mongo Santamaría, Buddy Rich, Billie Holiday, Clark Terry y su amigo Tony Bennett, por solo mencionar algunos nombres.

Parte de su legado quedó registrado en el documental “Cándido manos de fuego”, del realizador Iván Acosta. El largometraje ha sido exhibido en festivales de cine, eventos musicales y transmitido por televisoras de Estados Unidos y otras naciones. La productora Latin Jazz USA produjo un disco homónimo, grabado al igual que el filme entre Nueva York y Miami.

Familia de Cándido Camero

A Cándido le sobreviven en New Jersey su nieto Julián Camero, de 51 años, y su bisnieta Juliett, de 10 meses. En Cuba, a donde se negó a regresar por diferencias con el Gobierno comunista, queda su hija Emérita y otros familiares.

“Mi abuelo fue para mí un ejemplo en todo. Yo llegué a Miami en una balsa en 1991 y solo le conocía por fotos”, recordó Julián Camero, desde New Jersey.

“Cuando Emigración lo llamó, él les dijo que estaría muy feliz de hacerse cargo. Me preguntó si yo quería quedarme con él y le dije que sí. Me fui a Nueva York y me consiguió trabajo, me enseñó muchas cosas, siempre me dio muy buenos consejos, prácticamente fue quien me formó porque cuando uno llega de Cuba viene con una ideología equivocada. Le debo mucho y siempre estará en mi corazón”.