Multan con 30 mil CUP a la empresa de Acopio en Caimito por putrefacción de alimentos

El director de la empresa estatal socialista Acopio, en el municipio Caimito, recibió una multa de 30.000 pesos cubanos (CUP) por dejar que 30 quintales de col y uno de calabaza quedaran en estado de putrefacción, según un comunicado emitido por el Gobierno de Artemisa.

De acuerdo con la información, los agentes de la Dirección de Inspección Provincial (DIP) llegaron hasta la Comercializadora Acopio y se encontraron con la pérdida de estos alimentos agrícolas, por lo que aplicaron el Decreto 67/22 “Reglamento de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional”.

En ese momento se pudo comprobar que los productores habían entregado los alimentos antes del 26 de mayo y, por violaciones en la dirección, no se comercializó a la población en los establecimientos que convenidos para ello.

Por lo tanto, se estima que los responsables incurrieron en la “inobservancia o no crear medida para reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos durante la etapa de cosecha, postcosecha, transformación, comercialización y transportación”.

En la nota de prensa, “el Gobierno Provincial de Artemisa rechaza tales sucesos en territorio caimitense, sin justificación alguna ante la necesidad de comercializar más alimentos y con calidad a la familia cubana”.

En redes sociales los cubanos han opinado que tanta culpa tiene el dirigente que la estructura gubernamental del Partido Comunista de Cuba (PCC) puso al frente de Acopio, como la propia dinámica estatal, que limita que el productor pueda vender directamente su cosecha al consumidor final o establezca un contrato con otra entidad privada que se dedique a la comercialización.

“El nivel de deterioro y despreocupación es algo que ya sobrepasa los límites, nos toca a todos de cerca. Todo el que calle, que además son muchos, están siendo cómplices de la barbarie”, dijo desde su perfil de Facebook Carlos Luis Menéndez.

Por su parte, Víctor Campo, residente en Nueva Gerona, Isla de la Juventud, consideró: “es que eso no es de ahora. Yo soy de la Isla y a cada rato pasa algo parecido. Sin ir más lejos en la feria agropecuaria de hace un mes el Estado vendió carne en mal estado. Paquetes sellados, sin posibilidad de revisar el contenido. Nada pasó, como casi siempre”.

“Mucha insensibilidad por parte de directivos. Incluso en los agromercados prefieren que se pudra la mercancía antes de rebajar su precio. Todo producto que llega a la tarima trae deterioro y aun así lo venden a precios elevados. Cómo sufrimos los jubilados”, comentó Rosa Frías.