Nayib Bukele se autonombró como “el dictador más cool del mundo mundial”

Nayib Armando Bukele Ortez es un político y empresario salvadoreño. (Captura de pantalla © Mágico TV – YouTube)

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cambió la biografía en su cuenta de Twitter y se autonombró como “el dictador más cool del mundo mundial”. Este acto ha generado mucha polémica y algunos usuarios en redes sociales aseguran que el joven dirigente “por fin se quitó la careta”.

No lo hizo por mera ociosidad, sino que el líder salvadoreño contestó de esa forma a una protesta en su contra realizada por opositores del gobierno, donde predominaron las consignas: «¡No a la reelección presidencial!», «¡No a la militarización!», «¡No a la dictadura!».

Con esa respuesta, Bukele también sostiene su personaje de presidente diferente, alivianado, que usa gorra y en sus fotos de perfil aparece como un popstar.

Su alta popularidad en la población salvadoreña lo tiene blindado ante cualquier ataque de la oposición, y hasta él mismo se da el lujo de llamarse “dictador” a sabiendas de que no entrará en un porcentaje rojo de aceptación.

Pese a ello, la frase puede parecer una broma que asoma la verdad si tomamos en cuenta los actos cometidos desde su puesto de poder, que caben de manera perfecta en la forma de gobernar de dictadores como los hay en Cuba y Venezuela.

Por ejemplo, cuando su partido Nuevas Ideas no tenía la mayoría en la Asamblea Legislativa, irrumpió con militares armados con rifles de asalto para exigir a los diputados la aprobación de un polémico préstamo para financiar un plan de seguridad.

Un ejecutivo quebrantando la autonomía del legislativo se ha visto en el chavismo y un mandatario movilizando tropas contra opositores es un plan de sobrevivencia en todas las dictaduras.

Los diputados de su partido, tras ganar la mayoría en el congreso en las más recientes elecciones parlamentarias, aprobaron una ley para jubilar en automático a magistrados y fiscales mayores de 60 años o con 30 años de trayectoria.

La medida no afectó únicamente a los jueces de la Corte Suprema que fueron aprobados por la mayoría oficialista de la asamblea, un hecho que, según Human Right Watch, se hizo sin transparencia y violando el proceso establecido en la constitución salvadoreña.

¿Magistrados escogidos cuidadosamente? Esos los tenemos en el castrismo y relucieron su dependencia hacia el régimen con juicios sumarios contra los manifestantes pacíficos detenidos por exigir el fin del comunismo el pasado 11 de julio.

Antes de que Bukele asumiera el poder, en El Salvador estaba prohibida la reelección presidencial inmediata, situación que este año cambió con un fallo de la Corte Suprema y por ello el joven dirigente tendrá la oportunidad de buscar un segundo mandato en 2024.

En varios países existe la posibilidad de una segunda administración y hasta más por la vía democrática, ¿pero Bukele tendrá estas naciones como ejemplo o estará viendo a su vecino Daniel Ortega en Nicaragua?

El tiempo dirá si Bukele se vuelve otro dictador despreciable en el continente americano o hará honor al nombre de su partido, Nuevas Ideas, para sacar a El Salvador del estancamiento social y económico en el que lo tenían la Alianza Republicana Nacionalista y al Frente Farumbo Martí para la Liberación Nacional, institutos que dominaron el escenario político nacional tras la guerra civil entre 1980 y 1992.

Por cierto, junto a los migrantes cubanos y venezolanos que huyen de sus respectivas dictaduras, también se ve a una gran cantidad de salvadoreños encaminándose hacia Estados Unidos. Hasta el momento, se mueven por limitantes económicas, esperemos que en unos años no sea buscando libertad.