Ni el Covid-19 ni los altísimos precios frenan las colas en La Habana

Aglomeración para comprar carne en Santo Suárez, La Habana (Foto: Odalis Jaramillo Arabí-Facebook)

Las kilométricas colas para comprar alimentos y productos de aseo siguen siendo una constante en Cuba, especialmente durante la última semana, después de que el Gobierno anunciara una subida de precios que entrará en vigor a partir del 1ro de enero de 2021 y el cierre de las tiendas en MLC el próximo 30 y 31 de diciembre.

“Estas son las colas que se forman en la carnicería de la esquina de mi casa para la carne. Yo no entiendo que pongan dos puntos de ventas para Santos Suárez, en vez de llevarlos a las distintas carnicerías”, escribió Odalis Jaramillo, vecina de La Habana, en Facebook.

Jaramillo denunció que, aunque sería más sencillo para la población si se distribuyera el producto entre todas las tiendas para evitar aglomeraciones, las autoridades destinaron solo dos puntos de venta, que reúnen en largas colas a todo el municipio.

Añadió que la mala organización es deliberada, y que se trata de mantener a la población ocupada en conseguir comida y todo lo básico, sin tiempo para reclamar por sus derechos.

“Es mala organización sin intención del gobierno, o es que le gusta ver al cubano ripiarse en las colas para tenerlos entretenidos y ellos seguir con su mal ordenamiento”, aseguró.

Publicación sobre colas para comprar carne. (Facebook).

En los comentarios, muchos estuvieron de acuerdo con la afirmación y algunos recordaron que ni siquiera se estaban ejecutando las medidas preventivas del Covid-19 en las colas.

La falta de atención en ese sentido a pesar de que La Habana es el epicentro del coronavirus en Cuba actualmente y de que la prensa oficialista culpa a la población, demuestra que en realidad el gobierno no toma medidas reales para enfrentar la pandemia y que ni siquiera el riesgo sanitario vuelve prioridad a la población.

“Ese desastre es en todos los municipios, con la cantidad de casos de covid19 que hay ahora y el gobierno favoreciendo y propiciando las moloteras, yo me pregunto, ¿dónde dejaron el cerebro esa gente que dirige?”, comentó una usuaria en la publicación.

“Y eso no es lo peor, todos hablan de eso y de la electricidad, parece no se han detenido a mirar los precios de las medicinas. Es odio al pueblo, es ensañamiento con el pueblo ahora más porque la gente está despertando su valentía”, escribió otro.