FARÁNDULA
Norah Jones cancela sus conciertos en Cuba
La agencia extendió disculpas por la confusión causada
El anuncio ha generado opiniones divididas (Captura de pantalla: Norah Jones-YouTube)
Norah Jones, la destacada intérprete musical, ha cancelado sus presentaciones programadas en La Habana para febrero de 2024. La noticia fue confirmada por Dreamcatcher Events, empresa con sede en Estados Unidos, que organizaba los conciertos de la artista en la capital cubana.
Danny Heaps, gerente general y fundador de Dreamcatcher Events, no proporcionó detalles sobre las razones de la cancelación, pero extendió disculpas por la confusión causada a quienes habían planeado asistir.
La sospecha de la cancelación surgió tras la eliminación de las referencias publicitarias del evento en la página oficial de Dreamcatcher Events y la desaparición de publicaciones promocionales en las redes sociales de Jones.
Las entradas para los conciertos, que se iban a celebrar en el histórico Teatro Martí los días 17 y 18 de febrero, formaban parte de un paquete turístico exclusivo dirigido a estadounidenses, con precios que oscilaban entre 3.499 y 8.599 dólares.
Esta cancelación llega en un momento en que las relaciones entre Cuba y Estados Unidos siguen siendo un tema delicado. El Hotel Grand Aston de La Habana, incluido en el paquete turístico, es propiedad de Gaviota, perteneciente al Grupo de la Administración Empresarial (GAESA) de los militares cubanos, y actualmente se encuentra sancionado por Estados Unidos.
En noviembre, Jones había expresado su entusiasmo por su primera visita a Cuba en una publicación de Facebook, mencionando su deseo de explorar el patrimonio musical del país y compartir su música. Sin embargo, esta publicación ya no está disponible. La presencia de la artista en la Isla había generado reacciones divididas entre los cubanos, con algunos advirtiendo sobre la situación represiva en el país y otros, incluidos agentes del régimen, defendiendo su actuación.
La cancelación de estos conciertos de Norah Jones representa no solo una decepción para los fans de la música, sino también un reflejo de las complejas dinámicas culturales y políticas entre Cuba y Estados Unidos.
