Nota oficial del Minint confirma el asesinato de Leidy Bacallao en una estación de la PNR

El homicida de 50 años utilizó un arma blanca para apuñalar mortalmente a la joven de 17 años, con quien tuvo una relación sentimental. (Foto: Facebook-Leidy Bacallao)

Una nota oficial del Ministerio del Interior (Minint) de Cuba confirmó el asesinato de la joven cubana de 17 años Leidy Bacallao, acontecida en una estación de policía en Camagüey.

De acuerdo con el escueto comunicado, en la madrugada del día 4 de febrero de 2023 Bacallao intentó refugiarse en la estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de la comunidad de Camalote, en el camagüeyano municipio de Nuevitas, tras ser perseguida por su expareja.

El individuo de 50 años y que según el Minint mantenía una pésima conducta social y con múltiples antecedentes penales, empleó un arma blanca para apuñalar mortalmente a la joven de solo 17 años, sin que los oficiales de la estación lograrán impedir el suceso.

No obstante, el comunicado refiere que el homicida “resultó lesionado en la región lumbar” por parte de la policía; aunque no se indica si el criminal está hospitalizado por la “lesión” o se encuentra detenido.

El Minint promete que “fuerzas del sistema de Investigación Criminal de la provincia continúan la investigación para su total esclarecimiento”.

Sin embargo, más allá de los detalles, la situación es clara: el caso de Leidy Bacallao es uno más de la creciente ola de violencia y asesinatos que se suceden en Cuba.

De acuerdo con el escritor cubano Julio Gonpagés que acumula más de 30 años trabajando la violencia de género, los asesinatos de mujeres y feminicidios en Cuba por parte de los hombres no es un fenómeno reciente; sin embargo, la situación actual es alarmante.

“El visualizar los asesinatos y estadísticas para alertar la sociedad quedó secuestrado hace años en el discurso ideológico, como tantos otros temas en Cuba, ante el acecho del escándalo mediático y el ‘miedo’ de no ver la Isla como un lugar excepcionalmente tranquilo”, refiere Gonpagés.

En este sentido, indica que el discurso oficialista debe cambiar, pues no se trata de un “fenómeno político, es de toda la sociedad que no puede mirar al lado mientras maltratadores y asesinos son nuestros familiares, vecinos y personas que conocemos”.

“El abuso y acoso a las mujeres se naturalizó como parte de un sistema patriarcal que nos enseña a dominar a las mujeres y no dejarlas irse de una raya que fue la que estableció Elesván Hidalgo quien lleno de ‘machismo toxico’ prefirió asesinar a Leydi Bacallao antes de verla libre disfrutando en una fiesta. Este caso también está sesgado por límites de la edad de la víctima que lindaba la minoría de edad con un hombre que se la triplicaba con antecedentes de violencia. ¡El machismo mata y el silencio nos hace cómplices!”, reflexionó.