Se aproxima a Cuba una nube de polvo del desierto del Sahara

Una gran nube de polvo del Sahara avanza por el mar Caribe y se aproxima a Cuba, según confirman imágenes satelitales de la NASA, por lo que las personas con problemas respiratorios deben tomar las precauciones correspondientes.

No es un fenómeno nuevo, pero este año los modelos predicen que tiene una mayor intensidad en cuanto a la carga de partículas en suspensión, que se ubicarán en los niveles bajo y medio de la atmósfera.

Nube de polvo del Sahara afecta a Cuba. (Foto: NASA)

Grandes columnas de polvo sahariano cruzan rutinariamente en el Océano Atlántico desde fines de la primavera hasta principios del otoño. Pero esta vez los vientos alisios los arrastran con más fuerza a penetrar sobre el mar caribe y el Golfo de México.

La existencia de este evento deprime la actividad de lluvias, así como el desarrollo de onda tropicales por lo cual se puede afirmar que por el tiempo que dure no habrá desarrollo ciclónico.

De acuerdo con el Instituto de Meteorología de Cuba, es una situación normal de la segunda quincena de junio y sobre todo julio y la primera quincena de agosto, por eso es que históricamente hay pocos ciclones tropicales en el Atlántico en ese periodo.

La forma de apreciar a simple vista el polvo es mirando al cielo. El cielo se tornará azul y tendrá una neblina lechosa. ¡Esa bruma lechosa es el polvo sahariano! Esas diminutas partículas de polvo dispersan la luz de Sol por medio de un fenómeno físico de la dispersión de la luz, lo cual hace que se vean espectaculares amaneceres y atardeceres.

Sin embargo, la presencia de las partículas de polvo altera las enfermedades respiratorias agudas debido a los microorganismos nocivos que viajan en esa nube. La arena del desierto es un cuarzo microscópico, en comparación con la arena de la playa, que es una concha microscópica.

Las partículas están cargadas de material particulado altamente nocivo para la salud humana y contienen, además, minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, junto con virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes.