FARÁNDULA
Otto Ortiz sobre los precios del Coppelia: “Nadie entiende, pero todo sigue igual”
Todo parece indicar que la medida de reajuste con los precios del helado será igual a lo que ocurrió con la tarifa eléctrica
La oportuna aclaración de Otto Ortiz sobre los precios del helado en Coppelia.(Foto: Otto Ortiz-Facebook)
El humorista cubano Otto Ortiz generó debate en las redes sociales luego de compartir otro de sus interesantes post, pero esta vez dirigidos a los nuevos precios del helado Coppelia.
“La cola en Coppelia cuando se enteraron que bajaron a 2.00 pesos de los 7.00 que le iban a poner, pero que al final terminaron subiendo de 0.50 a 5.00, pero igual, contentos con la rebaja de 2.00 pesos que a final nunca subieron, pero que al final subieron más del 200%… ¿No entendiste? Normal, nadie entiende pero todo sigue igual”.
Todo parece indicar que la medida de reajuste con los precios del helado será igual a lo que ocurrió con la tarifa eléctrica.
“La estrategia del gobierno de la isla no funcionó pues para los cubanos quedó claro que las tarifas no bajaron nunca: “¿Perdón, de 0.40 centavos a 0.33 centavos ? No, ¡subió de 0.09 centavos a 0.33 centavos!”, comentaron.
Ante la nueva subida de precios en Cuba, los memes en las redes sociales no han cesado.
Aumentaron los precios de productos como el pan de la cuota diaria, de 0.05 centavos a 1.00 peso, y las guaguas, de 0.40 centavos a 2.00 pesos.
Durante los primeros días de este año, muchos cubanos se dispusieron a visitar las instalaciones de la catedral del helado y cuando llegaron su sorpresa no pudo ser mayor. Esta vez no eran las largas colas, ni la poca variedad de sabores, sino el aumento de los precios.
Ahora, una ensalada de helados de cinco bolas cuesta 35 pesos; antes valía 7.50. Las críticas y reacciones no se hicieron esperar en las redes sociales, donde algunos usuarios se cuestionan si este aumento viene aparejado de una mejora en la calidad.
“Con ese precio, ¿seguirán siendo bolas tipo iglú, o sea, huecas por dentro?”, o el servicio, “¿se me seguirán pegando los antebrazos a las mesas?, ¿tendré que seguir sentándome con desconocidos en las mesas?, ¿me seguirá atendiendo una camarera sin educación ni buen trato?”.
