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Padre Alberto Reyes confirma que “el problema más grande en Cuba es el miedo”
“La represión puede infundir miedo, pero no puede impedir que amemos la libertad. El deseo de libertad busca siempre una forma de manifestarse”

“Si me preguntan si quiero un cambio de sistema, mi respuesta es: sí, lo quiero”. (Captura de pantalla © Voces de Cuba – YouTube)
El padre Alberto Reyes, sacerdote católico en Camagüey, declaró que el problema más grave en Cuba es el miedo, en una entrevista realizada por el proyecto Voces de Cuba.
El líder religioso, conocido por su visión crítica del régimen cubano, afirmó que el gobierno utiliza la represión para silenciar a la población, pero no puede eliminar el deseo de libertad. Estas declaraciones refuerzan su postura de que la Revolución cubana ha llegado a su fin y que el país está a la espera de un cambio.
Reyes, nacido en Florida, Camagüey, creció en un ambiente represivo donde practicar la fe católica implicaba sacrificios. A lo largo de su vida, sus padres le enseñaron a resistir y defender sus creencias, lo que lo marcó profundamente y le dio el valor para hablar abiertamente sobre los problemas que enfrenta la isla. Su vocación sacerdotal surgió tras un proceso de discernimiento, en el que dejó la carrera de medicina para dedicarse a servir a la comunidad desde la Iglesia.
El sacerdote subrayó que, a pesar de la represión que el régimen ha intensificado, como se vio el 11 de julio de 2021, cuando militarizaron el país para evitar protestas, el deseo de libertad sigue vivo. “La represión puede infundir miedo, pero no puede impedir que amemos la libertad. El deseo de libertad siempre encuentra una forma de manifestarse”, aseguró Reyes. Según él, el régimen utiliza la violencia y el control, pero el ciclo de la Revolución ya ha agotado su tiempo.
En ese sentido, denunció que Cuba es un “teatro donde aprendimos a mentirnos diplomáticamente”. Los cubanos, dijo, viven en una constante representación en la que se sabe lo que sucede, pero se calla por miedo a las represalias. Sin embargo, el sacerdote insistió en que es momento de romper ese ciclo y decir abiertamente que el sistema no funciona. “Si me preguntan si quiero un cambio de sistema, mi respuesta es: sí, lo quiero”, afirmó contundente.
“Los padres enseñan a sus hijos a no meterse en problemas, pero lo que necesitamos es enseñarles a defender sus principios. No podemos vivir con miedo a expresar lo que creemos”, señaló. En su opinión, la libertad debe ser algo que los cubanos aprendan a defender desde su interior. El proceso de transformación comienza con una decisión personal.
Reyes describió la situación en Cuba como un “dolor profundo”, haciendo referencia a la miseria que sufren los niños y ancianos, y a la desesperanza que se ha instalado en la sociedad cubana. No obstante, destacó que, a pesar de la represión y la pobreza, el pueblo cubano sigue levantando la cabeza. “Cuba es un pueblo que se resiste a morir. Creo en el amanecer de Cuba, y sé que un día ese pueblo renacerá”, concluyó.
