Papa Francisco clama por el diálogo mundial en su mensaje de Navidad

Francisco I de 85 años, ocho de ellos como sumo pontífice, recordó que pese a la situación actual es importante tener esperanza porque “un niño nos ha nacido”. (Foto: Vatican Media)

El Papa Francisco clamó por el diálogo como vía para acabar con la polarización en las relaciones personales e internacionales durante su mensaje «Urbi et Orbi» ofrecido en la Nochebuena de Navidad desde el Vaticano.

El máximo jefe de la iglesia católica advirtió que durante la etapa de pandemia ha existido un distanciamiento entre las posiciones más radicales; “hay una tendencia creciente a retraernos, a hacerlo todo por nosotros mismos, a dejar de esforzarnos por encontrarnos con los demás y hacer cosas juntos”, dijo Francisco en un mensaje televisado a todo el mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.

“También a nivel internacional, existe el riesgo de evitar el diálogo, el riesgo de que esta compleja crisis lleve a tomar atajos en lugar de emprender los caminos más largos del diálogo. Sin embargo, solo esos caminos pueden conducir a la resolución de conflictos y a beneficios duraderos para todos”.

Francisco de 85 años, ocho de ellos como sumo pontífice, recordó que pese a la situación actual es importante tener esperanza porque “un niño nos ha nacido”.

“Él es la Palabra de Dios y se ha hecho un infante, solo capaz de llorar y necesitado de todo. Ha querido aprender a hablar, como cada niño, para que aprendiésemos a escuchar a Dios, nuestro Padre, a escucharnos entre nosotros y a dialogar como hermanos y hermanas”, enfatizó el primer papa latinoamericano de la historia.

Durante su mensaje el papa también pidió a los más de dos mil feligreses que profesan la religión católica en el mundo que oraran por los pueblos que en esta Navidad se encuentran en una situación crítica.

El santo padre recordó a Siria, Irak, Líbano, Myanmar, Ucrania, Etiopía, Sudán y otras regiones del mundo donde sus ciudadanos se encuentran en conflicto. Por lo tanto, “en este día de fiesta le imploramos a Dios que suscite en nuestros corazones anhelos de reconciliación y de fraternidad. A Él dirijamos nuestra súplica”, invitó el papa.