FARÁNDULA
Paquito D’Rivera: el apoliticismo y la música
Una anécdota muy personal…
Hace unos años y salvando las distancias, se le ocurrió la triste idea al destacado pianista y director orquestal argentino Daniel Barenboim, de usar como encore (interpretación musical) una pieza de Richard Wagner al final de una presentación con la Sinfónica de Israel en Tel Aviv si dar previo aviso a la audiencia que asistía esa noche en la sala.
La presentación provocó que muchos asistentes judíos, se sintieran ofendidos y abandonaran la sala, ya que el afamado compositor Richard Wagner (1813-1883) había sido el músico favorito de Adolfo Hitler.
— ¡Qué extremismo! ¡La música no tiene nada que ver con la política!
Exclamé personalmente entre un grupo de amigos que comentábamos el incidente, a lo que uno de ellos, de origen hebreo, me respondió muy seria y calmadamente:
— Bueno, eso lo dices tú, porque a tu abuelita y demás familiares no les obligaban a escuchar Tristán e Isolda por los altavoces del campo de concentración, cuando iban de camino a los hornos.
¿Y yo me pregunto? ¿A los cubanos de Miami, no les recuerda esta anécdota a un incidente ocurrido hace pocos días con «gente de aquella zona»?
LAZARO MONZON
7 enero, 2020 - 5:26 PM at 5:26 PM
Muy bueno el analisis,porque el dolor que una comunidad un pueblo lleva consigo no puede ser ignorado por otros,el dolor de ser victima de un dictador de un criminal de un genosidad como Castro no puede tener reparo ni aceptacion por quienes tiene la obligacion y el deber de bien sea atraves de arte en cualquier manifestacion el deporte la ciencia dejar de denunciar lo que vive su pueblo su gente es traicionar a todos y ser complices de esos tiranos malsanos que nos han lastimado la vida y dejado en nuestras conciencia la necesidad de luchar contra ellos hasta exterminarlos,Gracias Paquito