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Periodista independiente denuncia que el gobierno le quitó la tierra que trabajó 15 años
Lo acusaron de ocupación ilegal y no entregar nada a la cooperativa, pero él afirma que se debe a que no comparte sus ideales comunistas
El periodista independiente Enrique David Rodríguez denunció que las autoridades de Cuba le confiscaron una parcela de tierra que trabajó durante 15 años.
Con indignación y rabia, el periodista cubano señaló que esa porción de tierra era la que le daba sustento para mantener a su familia.
“Vergüenza debieran sentir con tal intensidad que les doliera el alma a todos los implicados”, escribió en su perfil de Facebook, donde escribió su queja.
“Hoy se valen de la arbitraria palabra para despojarme, con el uso de la fuerza en espera de ese trozo de suelo que por 15 años he abonado con sangre y sudor para llevar hasta la mesa de mi hogar el pan de cada día”, añadió.
El periodista señaló que le es imposible “pensar” como lo hacen las autoridades y aquellos que están a favor del sistema comunista que impera en la Isla.
“No soy socialista y menos aún comunista y sin temor a equivocarme ¡Nunca lo seré!”, sentenció.
De acuerdo con su publicación, las autoridades se valieron de que supuestamente “no entrega nada a la cooperativa”, por lo que no estaría contribuyendo con la producción de alimentos en la Isla y por tanto, no tendría derecho a las tierras.
Indicó que fue acusado de “uso indebido y ocupación ilegal de la tierra”, pero dejó en claro que solo al morir daría sustento a los gusanos, no antes.
“Soy simplemente un cubano con las manos sucias de trabajo y el pensamiento claro en ideas, aunque por lo visto privado de todo derecho, ¡aún en tiempos de pandemia!”, escribió.
Aclaró que no es él quien utiliza la fuerza y la extorsión para imponer su ideología, reclamando el adoctrinamiento que el gobierno impone a la ciudadanía desde la escuela.
Señaló que aunque “los viles” abunden, no se detendrá ni cederá a las imposiciones del gobierno cubano.
“Hoy sigo aquí, de pie y con los útiles de labor en las manos. Llevando el pan de cada día a la mesa de mi hogar, hasta que me lo impidan”, concluyó.