Empresa Eléctrica de Cuba culpa a un aura tiñosa para esquivar reclamos por avería

En el periódico oficialista Juventud Rebelde se publicó el caso de Silvia Juviel Vega, una vecina de Caibarién de Villa Clara, quien en noviembre de 2018 recibió un pésimo trato y servicio por parte de trabajadores de la UEB de esta ciudad.

Resulta que el primer sábado de ese mes, un cable de alta tensión cayó provocando un alto voltaje en varias viviendas lo que dañó los equipos electrodomésticos: refrigerador, televisor, caja decodificadora, dos ventiladores, una cocina de inducción y una lámpara recargable.

Juviel Vega expresó su inconformidad, porque después del incidente, llegó un carro de guardia de la UEB de Caibarién a restablecer el servicio eléctrico, pero no se procedió a una evaluación de daños ni se explicó las razones por las que cayó el cable.

Por tal motivo interpuso una reclamación y hasta el 19 de noviembre recibió una respuesta en la que la empresa eléctrica se deslindada de responsabilidades por los daños y aseguraba que la cupla fue de un “aura tiñosa”, un ave de las más conocidas que habitan en la isla.

“¿Cómo un aura va a tumbar un cable de alta tensión? Si esto ocurre, debemos concluir que éste no estaba debidamente conectado”, argumenta Silvia, quien el 20 de noviembre volvió a reclamar y después de ocho días le respondieron nuevamente que su queja no procedía.

Por la manera en que fue tratada por el persona de dicha empresa, Silvia asegura sentirse decepcionada, maltratada y molesta, porque no se le quiere dar solución a un problema que, de repetirse, tienen la posibilidad de provocar pérdidas humanas porque el cable era de 13 mil voltios y afectado a los aparatos electrónicos.

“En menos de un segundo perdí todo lo que me había costado años de trabajo y sacrificios; no solo he recibido daños a la propiedad, sino a la integridad de mi persona y a la de mi familia, y que no se muestre interés, preocupación y responsabilidad ante tal hecho”, lamentó la santaclareña.

En su denuncia destaca que es muy lamentable que se le eche la culpa a un ave con tal de evadir responsabilidades y se dejé a familias padeciendo sin tener ninguna culpa de los sucedido.

Otra denuncia en contra de la empresa eléctrica fue la hecha por Roberto Ruiz de la Rosa, habitante de Alamar, La Habana, quien asegura que hace nueve meses, se hicieron cambios de breakers en los apartamentos y esto dejó sin energía las escaleras y las farolas frente al edificio.

Tuvieron que pasar cinco meses para que la empresa dé respuesta a los reclamos y la labor fue a medias porque solo se proporcionó suministro a tres escaleras, menos la de él y de otros vecinos. Los de la EEB aseguraron que regresarían pero al paso de tres meses no se han vuelvo a presentar.

“La oscuridad frente al edificio es grande, refiere, lo que hay es un gran placer. Cuando cae la noche la oscuridad dentro de la escalera es impenetrable, y si uno abre la puerta después de las 8:00 p.m., no puede ver a la persona que esté parada a dos pasos de la puerta”, denuncia Roberto de 75 años y quien vive con su esposa de la misma edad en un cuarto piso.

Reitera que ante la oscuridad y por su edad, es un peligro subir o bajar las escaleras de noche.

Con Información de Juventud Rebelde