Policías de Texas arrestan a un presunto traficante de personas de origen cubano

Presunto traficante de origen cubano podría pasar varios años detenido en territorio estadounidense. (Foto: Oficina del Sheriff del condado de Zavala – Facebook)

Una unidad canina del Departamento de Seguridad Pública de Texas arrestó a un presunto traficante de personas de origen cubano, que transportaba a cuatro migrantes mexicanos a bordo de una camioneta de la empresa estadounidense U-Haul.

La Oficina del Sheriff del condado de Zavala informó vía Facebook que el antillano desobedeció las señales de alto de los oficiales cuando conducía el vehículo, e inclusive aumentó la velocidad para tratar de huir.

Tras una persecución que incluyó el uso de un helicóptero, la unidad canina logró interceptar el vehículo en una zona boscosa del territorio texano. Los indocumentados terminaron bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), mientras que el cubano fue arrestado por presunto tráfico de personas. Las autoridades no revelaron la identidad del detenido.

En las imágenes se puede ver al sospechoso esposado y con una sonrisa, lo que ha sido interpretado como una muestra de desafío a las autoridades. Esta detención ocurre unos días después de que el gobierno de Estados Unidos difundiera un mensaje para recordar que los migrantes ilegales serán expulsados de manera inmediata a México o a su país de origen.

Según los datos de la CBP, en el transcurso del mes de febrero 154.998 indocumentados de diferentes países ingresaron por la frontera sur de la nación norteamericana. La cifra revela una tendencia decreciente por el impacto del parole humanitario, exclusivo para personas oriundas de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití.

De ese número, solo 6.548 eran procedentes de la Mayor de las Antillas, un 15% del total que ingresó en el mes de diciembre pasado, cuando aún no estaba activa dicha política de la administración demócrata.

La situación migratoria en la frontera sur de EEUU sigue siendo un tema de gran preocupación para las autoridades locales, quienes buscan soluciones efectivas para garantizar la seguridad y el bienestar de los migrantes y la población en general.

En el territorio norteamericano, la sentencia para los traficantes de personas varía según el grado de la ofensa y las circunstancias específicas del caso. Por lo general, esta acción es considerada un delito grave y puede ser castigada con penas de cárcel que van desde varios años hasta cadena perpetua.

Además, los traficantes pueden enfrentar multas significativas, confiscación de bienes y otros castigos. Las autoridades estadounidenses tienen una política de tolerancia cero ante esta situación, y trabajan en colaboración con agencias internacionales para desmantelar las redes de tráfico y llevar a los involucrados ante la justicia.