Precios topados en el transporte en La Habana no funcionan, según reconoce la prensa oficialista

El diario oficialista Juventud Rebelde reconoció en un artículo publicado este sábado 8 de julio que entrando en plena etapa vacacional, los precios topados, impuestos por el gobierno de La Habana, en el transporte privado capitalino no han funcionado.

Mediante varios testimonios por parte de la población se advierte sobre el fracaso de la política intervencionista en el mercado donde participan actores privados. Mientras la mayoría de los transportistas no ha respectado los precios centralizados por la burocracia comunista, otros han decidido dejar la actividad en las rutas establecidas y trabajar solo por alquiler completo hacia otros destinos por temor a las multas.

“Los precios topados no son suficientes para adquirir los recursos básicos con los cuales realizamos nuestro trabajo”, afirman los transportistas.

Mariana, una cubana de 42 años y residente en Centro Habana, comentó al citado diario que los precios son muy altos para su bolsillo y por eso celebró el intento de controlar las tarifas. “Sin embargo, debido a eso ha disminuido el número de choferes en servicio. En muchas ocasiones los pocos que se mantienen no paran o reducen la distancia de la ruta habitual, por tanto, en un final continuamos afectados”.

De acuerdo con la Resolución 132 de la Gobernadora Provincial del Poder Popular de La Habana, los precios topados fueron establecidos de acuerdo con la cantidad de kilómetros que se recorren en cada ruta. El gran problema es que las autoridades definieron la supuesta ganancia que tendrían los conductores sin tener en cuenta los altos costos del combustible y las piezas de repuesto para los autos que se deben conseguir en Moneda Libremente Convertible (MLC).

Al respecto, un conductor identificado como Miguel señaló que él como parte de la población cubana vive en una situación de subsistencia diaria con alta inflación de todos los bienes y servicios, incluidos los altos precios de la comida.

“Las personas solamente se enfocan en sus prioridades, sin pensar en que nosotros también tenemos situaciones por atender. En mi caso particular tengo dos hijos, mis padres ya están jubilados, mi esposa ahora mismo no está trabajando por cuestiones médicas… eso es necesario tenerlo en cuenta también, un poco de empatía”, afirmó, dejando entrever que también es necesario que cobre caro por su servicio de transportación.

Por su parte, Eduardo, otro conductor privado, afirma que entiende perfectamente “la respuesta de las personas y el escenario económico actual del país, pero los precios topados no son suficientes para adquirir los recursos básicos con los cuales realizamos nuestro trabajo”.

En un acto de prepotencia, los gobernantes capitalinos dijeron no temer a una huelga de transportistas, pues en La Habana casi el 90% de la movilidad se asegura con medios de transporte estatales. Una supuesta detención de actividades de todos los privados “solo” afectará al 10%, alrededor de 64 mil pasajeros diarios.