Prensa oficialista explica qué pasó en la explosión del hotel Saratoga

El profesor universitario señala que “la cisterna de GLP del camión está intacta —a la vista— porque el camión estaba al aire libre donde el GLP no se concentra”.  (Foto: Lázaro Manuel Alonso – Facebook)

La prensa oficialista cubana intenta explicar con la ayuda de “expertos” qué fue lo que sucedió en la explosión del hotel Saratoga, que terminó afectando a 23 inmuebles en zonas aledañas y acabó con la vida de 35 personas, reportadas hasta el momento.

Después de transcurridos los primeros minutos del suceso, las autoridades se apresuraron a decir que no era una bomba y que la onda explosiva se debía a un escape de gas. Sobre esa tesis, el diario Tribuna de La Habana entrevista a Carlos del Porto, profesor auxiliar de la Facultad de Ingeniería Informática del Instituto Superior José Antonio Echeverría.

Según el catedrático, un escape de gas GLP (mezcla de butano y propano) en algún punto entre la línea de abastecimiento (manguera) o la fuente receptora (la bala de gas del hotel) comenzó a acumularse en la edificación.

La concentración de gas alcanzó el punto de LCI (límites de inflamabilidad), un valor teórico necesario para que se pueda producir una explosión si un detonante la inicia. Del Porto apunta que los hoteles con muchos locales cerrados son sitios ideales para alcanzar esas concentraciones.

Siguiendo su teoría, solo hacía falta “alguna fuente de ignición” para desatar la tragedia. Entre esas fuentes que comenzarían la deflagración pueden estar: un interruptor de la luz, el relay de un refrigerador, un cigarro o fósforo.

Con la ignición la masa de gas explota “en un instante, se enciende y se consume, pero ni deja grandes incendios tras sí ni grandes llamaradas que se mantengan, porque el gas acumulado se consume y quema”.

El profesor universitario señala que “la cisterna de GLP del camión está intacta –a la vista– porque el camión estaba al aire libre donde el GLP no se puede concentrar. Además, está fuera del área de salida de la onda expansiva. El camión no tiene por qué destruirse, a no ser que la misma onda no tenga otro lugar por donde salir”.

La onda expansiva opta por salir hacia los “elementos más fáciles de desprender en una edificación. Por eso se observan los entrepisos intactos y la estructura de fachada o cierre derrumbada. Porque estas fachadas son de construcción ligera. Esa es la causa del por qué en la escuela se observa más acumulación de escombros que en el propio hotel donde ocurrió la explosión. Los materiales constructivos no son iguales”.

La explicación de Carlos del Porto culmina sin detallar cuestiones técnicas inherentes a su profesión, como, cuánto tiempo debió estar activa la fuga para que el gas llegara a ocupar un área tan grande que al deflagrar se llevara por delante tres pisos del Saratoga y la onda afectara a 23 edificios aledaños.

En la página oficial de Facebook de Tribuna de La Habana, un usuario se hace varias preguntas que al parecer no le quedaron claras ante la exposición del investigador de la Facultad de Ingeniería Informática.

«Los operarios no notaron caída de presión en la manguera que se refleja en la instrumentación? ¿Tiene el carro cisterna instrumentación? ¿No había sensores de fuga de gas que emitiera alarma en un hotel cinco estrellas? ¿Por qué se descarga gas casi en pleno mediodía con sol y calor haciendo caso omiso a los protocolos que aconsejan hacerlo fuera del horario pico y con menos temperatura?»

Otros cubanos indican que los «lamentables accidentes» casi siempre están asociados a una cadena de negligencias; por ejemplo: “desde que se reconstruyó el edificio se colocó el depósito de gas dentro del mismo. Ese fue el primer error pues un tanque de propano de esas dimensiones debe estar al aire libre y a varios metros de cualquier estructura”.