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Prensa oficialista explota contra la escasez en Cuba: en las tiendas en CUP “no hay nada”
En lugar de ofrecer una solución efectiva, los estantes continúan vacíos, y el personal de las tiendas, en muchos casos, se encuentra ocioso, reflejando la ineficacia de las medidas.

Los precios de estos productos son, además, nada atractivos para la población que se ve obligada a vivir con un bajo salario. (Captura de pantalla © Leydi Duarte – YouTube)
En un reciente artículo publicado en El Artemiseño, el órgano oficial del Partido Comunista en la occidental provincia de Artemisa, se ha abierto un debate sobre la situación económica del país, especialmente en relación con las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) y aquellas que solo aceptan dólares o tarjetas en divisas.
A pesar de ser un medio oficialista, la publicación no esquiva la dura crítica hacia la gestión económica y las consecuencias de las políticas implementadas en los últimos años, reflejando las tensiones y descontentos que vive la población.
Las tiendas en MLC, en un inicio presentadas como una solución para abastecer los mercados en pesos cubanos (CUP), no han logrado mejorar las condiciones del mercado nacional. A pesar de la justificación oficial de que estas tiendas son necesarias para garantizar productos básicos en un sistema de abastecimiento en crisis, lo cierto es que el cambio prometido parece estar lejos de concretarse.
En lugar de ofrecer una solución efectiva, los estantes continúan vacíos, y el personal de las tiendas, en muchos casos, se encuentra ocioso, reflejando la ineficacia de las medidas.
— Jesús Miguel Medina (@nightniebla1) April 27, 2025
La situación en las tiendas en CUP, que deberían ser las más accesibles para la mayoría de los cubanos, es aún más alarmante. Lo que alguna vez fue una oferta relativamente amplia de productos de aseo y alimentos, ahora se limita a artículos de dudosa calidad como martillos, champús baratos y gomas de bicicleta que no corresponden a las necesidades del consumidor cubano.
Los precios de estos productos son, además, nada atractivos para la población que se ve obligada a vivir con un salario en CUP, cuya capacidad adquisitiva sigue disminuyendo.
Es particularmente preocupante el caso de productos esenciales que, por mucho tiempo, fueron accesibles a través de las tiendas en CUP. Toallitas húmedas, pañales, jabón y detergente, que en algún momento se ofrecieron a precios razonables, ahora han desaparecido de las estanterías.
Esta escasez de productos básicos genera una sensación de desconfianza en la población, que no sabe si estos productos han sido desviado hacia el mercado en divisas o si simplemente han dejado de producirse.
El artículo de El Artemiseño también cuestiona la efectividad de las políticas de “normar” los precios y los productos que entran en las tiendas de MLC y USD. A pesar de las promesas de una mayor transparencia y control sobre los precios, lo que se observa es una inflación descontrolada y una escasez de productos de primera necesidad, destaca el citado medio.
La pregunta que se plantea es si estas medidas realmente benefician a la población más necesitada, o si, por el contrario, han exacerbado las desigualdades, favoreciendo a aquellos que tienen acceso a divisas y excluyendo a la mayoría de los cubanos que dependen exclusivamente del CUP.
Además, el artículo subraya que, aunque el gobierno cubano insiste en que el bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo económico del país, no se pueden ignorar las fallas internas que agravan la situación. La falta de producción nacional y la dependencia de las importaciones son factores que contribuyen al colapso de los mercados internos.
Si bien la crítica a la gestión económica del gobierno es explícita en este artículo, también se reconoce que cualquier solución debe implicar una reforma profunda en las políticas internas, que permita al sistema ser verdaderamente el garante de los más necesitados.
Es común que la prensa provincial en Cuba, como en el caso de El Artemiseño, tenga una mayor disposición a emitir críticas hacia el gobierno y el Partido Comunista en comparación con los medios nacionales de gran circulación, como Granma, Juventud Rebelde o Cubadebate. Esto se debe a varias razones que van más allá del simple contraste de visibilidad.
Los medios provinciales tienen un menor alcance y visibilidad. Además, estos medios se enfocan en audiencias locales, quienes experimentan los problemas de forma más inmediata, lo que permite reflejar preocupaciones de la población sin generar consecuencias mayores, aunque siempre dentro de los límites impuestos por el sistema de control y autocensura.
