Prensa oficialista apunta a la falta de preparación estatal durante las intensas lluvias recientes

Cuerpos de rescate han salido con botes para dar auxilio. (Captura de pantalla: CNC TV – Facebook)

Uno de los mitos que a lo largo de los años ha intentado proyectar el régimen comunista es el “buen trabajo” en la prevención y el manejo de los desastres naturales que supuestamente desempeña el sistema de Defensa Civil. Sin embargo, la propia prensa oficialista se ha atrevido a sugerir que ese sistema evidenció fallas en las más recientes lluvias que provocaron severas inundaciones en la mitad oriental del país hace algunas semanas.

El diario Invasor, órgano oficial del Partido Comunista en Ciego de Ávila, recuerda que las pérdidas materiales fueron cuantiosas y además hubo que lamentar seis muertes. El texto precisa que “los avisos de alerta temprana ante la ocurrencia de lluvias fuertes e intensas existió y siempre existirá; mas hay que reaccionar en tiempo”.

En ese sentido, el artículo señala que ante el riesgo de desastres no se puede “caer en excesos de confianza” durante las etapas de prevención y simulacros, como el ejercicio popular Meteoro, que se realiza todos los años antes del inicio de la temporada de huracanes.

Actividades como “la limpieza de tragantes, alcantarillas, canales y cañadas resultan medidas a tener en cuenta ante estos casos. Es cierto que se ejecutan, pero no siempre del modo requerido ni en la magnitud necesaria”, comenta Invasor.

Sobre la profundidad de las acciones de prevención, el texto firmado por el periodista oficialista Alden Hernández Díaz advierte que “las limitaciones materiales, tanto de equipamientos especializados como de combustibles, imposibilitan ser lo sistemáticos y profundos que se quisiera, y flota en el aire el llamado a la austeridad, a no malgastar”.

Al parecer, la situación de crisis económica del régimen castrista también ha incidido en la poca preparación para los desastres naturales. El diario oficialista se pregunta “¿cómo es posible que muchas viviendas cercanas a cauces fluviales o en zonas bajas sufrieran los efectos de un desbordamiento inusitado que, en cuestión de minutos, elevó el nivel a cotas nunca antes vistas o las inundaciones en otras áreas urbanas donde eran poco frecuentes o no ocurrían?”

A criterio de Hernández Díaz, “la prevención no es un gasto, es una inversión (y su rédito es, claro está, no tener que erogar luego para reponer lo perdido)”.

Las afectaciones a los cultivos y al fondo habitacional por ese evento lluvioso fueron cuantiosas, por lo que se presagia más hambre en medio de una crisis alimentaria sin precedentes.

Las nuevas personas con problemas en su vivienda se unen a la catástrofe del evento meteorológico más reciente en Cuba: el huracán Ian en septiembre pasado. Muchos de esos afectados, fundamentalmente en Pinar del Río, continúan con sus hogares dañados.