Problemas en la refrigeración mantienen paralizada la producción de leche en Cienfuegos

La industria cubana en su mayoría tiene muchos años de explotación y el mantenimiento es escaso, en algunos casos las principales fábricas tienen la tecnología soviética anterior a 1990. Es por ello que no resulta raro que con cierta frecuencia se produzcan “afectaciones tecnológicas” como la que mantiene casi paralizada a la Empresa de Productos Lácteos Escambray, de Cienfuegos.

El diario local “5 de Septimbre” se acercó a la industria láctea para indagar sobre el tema que preocupa a la población, sobre todo a niños y ancianos que dependen de etas producciones. Annia Valladares Santana, directora de Producción y Venta, dijo que “de los cuatro bancos de hielo existentes en la sala de máquina del queso —los que tributan a la pasteurizadora—, llegamos a trabajar con uno. Por tanto, es imposible alcanzar los altos niveles productivos de ambas plantas”.

Las dificultades más visibles se presentan en la elaboración de productos de alta demanda como el yogur de soya y la leche, las cifras han disminuido a más de un tercio de lo habitual “de 35 mil bolsas diarias, hoy solo hacemos alrededor de 15 mil, lo cual no permite que aseguremos la canasta básica a todos los niños del territorio, de entre siete y trece años de edad”.

Por tal motivo se reprimió la venta liberada del yogurt de soya, un alimento que las personas consumían con mucha frecuencia para aliviar el hambre. Todo ello ocurre en la sureña provincia desde hace más de un mes sin que aún se tengan perspectivas de una solución.

“La frecuencia con que vendemos el soyur en nuestra red minorista, depende de las posibilidades de la fábrica. No existen los picos productivos de meses anteriores y la comercialización en los mercados fluctúa según los niveles de disponibilidad. Es difícil de comprender, pero debíamos tomar una decisión porque no alcanza para todos”, apuntó Águedo Madruga Torreira, subdirector del Grupo Empresarial de Comercio.

Esta no la primera rotura de la fábrica pues a inicios de 2017, unas 170 mil bolsas de yogurt dejaron de producirse por fallas en la planta pasteurizadora. Los especialistas advierten que “la temperatura es uno de los parámetros de mayor incidencia en la calidad de los productos lácteos y estar por encima de los ocho o nueve grados puede provocar su deterioro”.

“Todavía no están solucionados los problemas tecnológicos que presenta la industria en el sistema de refrigeración, aunque ya hemos recuperado algunos bancos de hielo. Una brigada de Villa Clara ejecuta las labores, pero los trabajos son muy complicados. No puedo afirmar que en cinco ni diez días nos reestableceremos; solo que sí sucederá”, concluyó Valladares Santana.