Denuncia de Ricardo Becerra al presidente del Tribunal Supremo de Cuba

¿Por qué están presos nuestros hermanos? ¿Por gritar LIBERTAD? (Foto: Cortesía de Alfredo Armas)

Ricardo Becerra, un de los protagonistas de la película de Plantados, denunció como el presidente del Tribunal Supremo Popular, fiscal Rubén Remigio Ferro, afirmó que en Cuba “no es un delito protestar”. Sus declaraciones fueron realizadas con motivo de una conferencia de prensa internacional a raíz de los procesos judiciales que realizan en contra de los cubanos que se manifestaron para pedir la libertad y el fin de la dictadura.

“Manifestarse, lejos de constituir delito, constituye un derecho constitucional de las personas. La libertad de prensa, de opinión, de creencia, incluso de filiación política o ideológica, eso no constituye delito”, refirió Remigio Ferro en unas palabras que no fueron replicadas en la prensa oficialista.

El fiscal se apoyó en el código penal cubano que no reserva ningún artículo para penalizar esas actividades, pero a lo largo de la historia del dominio comunista se ha confirmado una y otra vez que, aunque expresarse libremente no constituye un delito per se, el que lo haga irá irremediablemente a la cárcel por otros cargos.

Por ejemplo, a los manifestantes presos después del estallido social del 11 de Julio, se le ha enjuiciado por delitos fabricados de propagación de epidemias, desacato, desorden público y otros tantos que son utilizados para criminalizar la conducta disidente y de rechazo a un régimen que ha repartido la miseria en Cuba en lugar ser impulsar el desarrollo económico y democrático de los cubanos.

La propia Constitución de Cuba, votada en 2019, cercena la libertad y diversidad de opinión en el país al afirmar en su artículo 5 que “el Partido Comunista, único, martiano, fidelista, marxista y leninista, (…) es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado”.

Es decir, toda persona que no sea “comunista” o acepte esa ideología ya no es considerada por la propia Constitución como “fuerza superior”, pues solo los comunistas son los elegidos (por ellos mismos) para “preservar y fortalecer la unidad patriótica de los cubanos y desarrollar valores éticos, morales y cívicos”.

Entonces, aunque el presidente del Tribunal Supremo Popular diga que manifestarse no es un delito y pensar diferente a la ideología comunista imperante tampoco lo sea, toda la clase dirigente y el sistema de justicia -supeditado al gobierno- hacen todo lo posible por mantenerse en el poder.

Con ese objetivo aplastan, por ahora, a todo el que piense diferente y así lo manifieste. No importa si para ellos tengan que hacer uso de la fuerza o vulnerar el estado de derecho con las instituciones bajo su mando.