Puede parecer muy estúpido

La economía de Cuba estaría en alza si la mitad de los guardianes de la revolución – los que se dedican a vigilar lo que se escribe en cada blog- ocuparan su tiempo en perseguir a los corruptos e ineptos que roban y destruyen las riquezas que los demás cubanos crean.

La idea no es mía sino de un lector de Cartas desde Cuba y surge a raíz de que la Contraloría General de la República denunció la existencia de “pérdidas” por valor de unos 90 millones de pesos y 50 millones de dólares, en algunas empresas inspeccionadas en La Habana.

Durante el debate que se produjo después en el blog, muchos se preguntan por qué no aparecen nombres de corruptos e ineptos o por que no se informa de la destitución de los dirigentes de las empresas o sectores afectado, igual que “denuncian” a La Joven Cuba, por ejemplo.

La nación no puede eliminar el Bloqueo porque eso depende de la voluntad del Congreso de los EEUU. Sin embargo, mucho podría hacerse contra las “pérdidas” millonarias de las empresas, con las cuales nunca se alcanzará la productividad necesaria para aumentar los salarios.

La realidad económica del país no es cosa de juego, en 2016 se pagaron más de U$D 5 mil millones por concepto de deuda y, me imagino, que este año el desembolso será similar. De lo contrario no hay créditos o, los que aparecen, vienen con intereses leoninos.

Por si esto fuera poco Venezuela recorta los envíos de petróleo con los que paga a Cuba los servicios médicos. El año pasado llegaron apenas 55 mil barriles diarios, alrededor de la mitad de lo que se recibía en los buenos tiempos, cuando daba para consumir, refinar y vender.

La situación es acuciante, en 2016 Cuba no pudo pagar algunas deudas de mediano y corto plazo debido a la falta de liquidez. La economía necesita crecer y para eso es esencial la inversión extranjera, unos U$D 2500 millones anuales, según los economistas cubanos.

Pero esas inversiones no llegan o, mejor dicho, llegan y se estancan en los laberintos pantanosos de la burocracia ministerial cubana. Y así pasan los días de los empresarios extranjeros en Cuba, desesperando, mientras les responden, quizás, quizás, quizás.

El pasado año fue difícil y este también lo será pero podría serlo menos si se actuara con más decisión, como aconsejaron los asesores vietnamitas, contra los ineptos y los corruptos que dilapidan los escasos recursos de Cuba y sus posibilidades de desarrollar negociaciones que le permitan salir adelante.

O tal vez sí se está actuando y lo que falta es transparencia para explicar a los ciudadanos cuáles dirigentes provinciales están presos por quedarse con los dineros de las subvenciones para la construcción de viviendas o quienes por vender pasaportes oficiales.

Decía Lisandro Otero que el capitalismo es tan inseguro que el ciudadano nunca sabe qué es lo que le pasará, mientras en el socialismo nunca se entera de que fue lo que pasó. Tal vez si se informara más sobre estos casos algunos se lo pensarían mejor antes de meter las manos.

Hay quienes se oponen a que exista una mayor transparencia porque así podríamos saber qué dirigente fue “tronado” y por qué causa. De esa forma, nos evitamos al menos que algún antiguo corrupto, desde otro escenario, pretenda darnos clases de honradez revolucionaria.

Lógicamente, hay un grupo de “super revolucionarios” que dedican sus vidas a impedir que esa información llegue a la población. Luchan contra los blogs, las páginas web y dentro de los medios oficiales contra todos los que pretenden hacer un mejor periodismo.

Sus enemigos no son los que -desde un ministerio- participan en el tráfico de emigrantes, ni los que frenan las inversiones, tampoco denuncian a quienes roban la asistencia social ni a los dirigentes de las Empresas Estatales Socialistas que pierden millones de dólares.

Para ellos el mayor peligro que afronta hoy el país son… los blogs. Por eso dedican artículo tras artículo a atacar cualquier expresión no oficial en la blogosfera y quieren convencer a los cubanos de que eliminarlos del ciberespacio es un asunto de vida o muerte para la Revolución.

Con los problemas reales que sufre la economía, con el bloqueo económico de la mayor potencia del mundo encima, con cientos de ladrones desviando recursos y con la burocracia inepta frenando las reformas, buscar enemigos ficticios puede parecer muy estúpido y realmente lo es.

Tomado de: Blog cartas desde cuba (autor Fernando Ravsberg)