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¿Qué es la neumonía bilateral?: la enfermedad diagnosticada al papa Francisco
El líder de la Iglesia Católica fue hospitalizado el pasado viernes tras sufrir problemas respiratorios

El Papa ha podido levantarse de la cama y sentarse en un sillón en su habitación del hospital donde se encuentra ingresado. (Captura de pantalla © Roma Reportes – YouTube)
El Papa Francisco, de 88 años, continúa internado en el hospital Gemelli de Roma tras ser diagnosticado con una neumonía bilateral que ha complicado su estado de salud. Aunque el Vaticano informó una leve mejoría en sus índices inflamatorios, tras un análisis de sangre, la situación sigue siendo delicada y mantiene en alerta a la comunidad católica mundial.
El Pontífice fue hospitalizado el pasado viernes tras sufrir problemas respiratorios, que inicialmente fueron diagnosticados como una infección de las vías respiratorias. Sin embargo, el martes la Santa Sede confirmó que su condición había evolucionado a una neumonía bilateral, lo que significa que ambos pulmones están afectados. Este tipo de infección es particularmente peligrosa para personas mayores o con antecedentes de enfermedades pulmonares.
El padecimiento puede ser causado por bacterias, virus, hongos o reacciones inflamatorias. Entre los agentes más frecuentes se encuentran el Streptococcus pneumoniae, el virus de la influenza y el SARS-CoV-2, responsable de la COVID-19. También puede surgir por la inhalación de sustancias tóxicas o químicos irritantes.
Los síntomas incluyen fiebre alta, escalofríos, tos con expectoración, dificultad para respirar y dolor en el pecho al inhalar. Además, los pacientes pueden experimentar fatiga extrema y debilidad. En los casos más severos, especialmente en adultos mayores, la enfermedad puede provocar confusión o desorientación. La intensidad de los síntomas varía según el estado de salud general del paciente y la rapidez con la que la infección progresa.
El tratamiento depende del origen de la neumonía. En caso de infección bacteriana, se utilizan antibióticos; si es viral, puede requerir antivirales y medidas de soporte; y si es fúngica, se administran antifúngicos. En situaciones críticas, los pacientes pueden necesitar oxígeno suplementario o ventilación mecánica.
Si no se trata a tiempo, la enfermedad puede poner en riesgo la vida del paciente, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados, como ancianos o enfermos crónicos. Por ello, es crucial recibir atención médica al primer indicio de síntomas severos.
El último parte médico, divulgado este miércoles por la Santa Sede, señaló que el Papa sigue “estable” y presenta “una ligera mejoría” en sus indicadores inflamatorios. No obstante, sigue bajo estricta observación médica y sin fecha estimada de alta. Un funcionario del Vaticano, que habló de manera anónima, aseguró que Francisco no ha necesitado un respirador artificial.
El comunicado también indicó que el Papa ha podido levantarse de la cama y sentarse en un sillón en su habitación del hospital. Además, ha mantenido algunas actividades laborales y recibió la visita de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con quien compartió un breve encuentro privado de 20 minutos. “Estoy muy contenta de haberlo encontrado atento y receptivo. Hemos bromeado como siempre. No ha perdido su proverbial sentido del humor”, afirmó la mandataria.
Desde que se conoció la noticia de su hospitalización, líderes religiosos y fieles de todo el mundo han enviado mensajes de apoyo y oraciones por la salud del Pontífice. En la Plaza de San Pedro, numerosos peregrinos se reunieron este miércoles, pese a la cancelación de la audiencia papal semanal, para manifestar su solidaridad y esperanza por su pronta recuperación.
