¿Qué pasa con la inmunidad inducida por las vacunas cubanas?

Este miércoles 28 de julio Cuba estableció un nuevo récord de casos positivos diarios al reportarse 9 323 nuevos casos de COVID-19 y 68 fallecidos, de ellos, 19 menores de los 60 años.

A pesar de que la isla posee más de dos millones de personas con el esquema completo de vacunación, ya sea Soberana o Abdala, ningún territorio de la isla muestra resultados positivos producto de la inmunidad que ofrecen dichos fármacos.

Como posible explicación a este fenómeno, el científico cubano Amílcar Pérez Riverol, refiere que las personas vacunadas con las 3 dosis de Abdala o Soberana 02/SoberanaPlus si pueden infectarse con el SARS-CoV-2, ya que «las vacunas cubanas como el resto de las vacunas vs. COVID-19, no siempre confieren inmunidad esterilizante –impiden el contagio–».

El microbiólogo subrayó además que una persona inmunizada podría llegar a ser hospitalizada aunque con una probabilidad muy inferior a la de un no vacunado.

Ante la interrogante de por qué hay tantos vacunados enfermos con la COVID-19, Riverol señala que es un proceso normal ya que la inmunidad –incluso después de las D2– puede no ser esterilizante.

«A medida que hay más personas vacunadas pues aumenta también el número de casos donde se produce infección en vacunados. Es lógica elemental. Si no hay vacunados no puede haber infección en vacunados», argumentó.

Con respecto al caso cubano específicamente, el científico manifestó que es difícil saber si Abdala y Soberana están teniendo algún efecto en contrarrestar la pandemia, ya que el número de casos no para de crecer.

Los factores que según Amílcar impiden una mejor valoración en ese sentido son la enorme ola de contagios que afronta la isla, una de las peores de la región, lo cual retrasa el momento en que se visualizan los efectos de la vacunación.

A ello se añade que el porcentaje de población completamente vacunada aún es modesto, ya que las autoridades de salud cubana han quedado en deuda con el supuesto plan de inmunizar al 70% de la población a finales de agosto.

Además, la decisión de vacunar por territorios y no estrictamente por grupos de riesgo, complica los análisis.