“¡Queremos el pollo!”: gritaban cientos de habaneros concentrados frente a una tienda TRD

«¡Queremos el pollo!», así gritan cientos de habaneros concentrados frente a una tienda TRD ante el descontrol con la venta racionalizada de alimentos, prácticamente la única proteína a la que tiene acceso los cubanos gracias a que es importada desde Estados Unidos.

La multitud aglomerada por varias horas frente a la tienda de Vento y Acosta, en el Casino Deportivo, comenzó a vociferar a pesar de que una patrulla de la PNR vigilaba de cerca. En el video divulgado por el periodista cubano Daniel Benítez, el comunicador afirma que la situación es evidencia de que “Cuba es un estado fallido, una dictadura”.

En las últimas jornadas y como consecuencia del cambio de estrategia del gobierno de La Habana de organizar los sistemas de racionalización de alimentos y productos de aseo, han aflorado muchas inconformidades, reconocidas por la propia prensa oficialista.

El vocero del régimen, Lázaro Manuel Alonso, visitó algunas tiendas y ha documentado “irregularidades”, pero que están siendo atendidas por las autoridades.

Por ejemplo, se denunció que “los Servicentros, a pesar de pertenecer a Cimex, no son establecimientos acondicionados para vender productos como los regulados por la libreta. El espacio reducido y las escasas condiciones de refrigeración limitan la posibilidad de almacenar y en consecuencia un abastecimiento irregular y escaso”.

Manuel Alonso reconoció que “ante la denuncia de la población sobre el desorden en la venta en el municipio de Diez de Octubre, un grupo de personas del gobierno están allí para depurar responsabilidades y adoptar las medidas organizativas necesarias que eviten nuevos incidentes”.

Por otro lado, no resulta conveniente vender en el mismo espacio productos controlados y otros liberados. En este lugar el tema de los coleros está aún por resolver. El resultado es el desorden y la insatisfacción de la población, que refiere no apreciar el valor real del nuevo método de organización, explica el periodista.

El principal problema de Cuba es la producción de alimentos, si las autoridades invirtieran en la agricultura en lugar de destinar el dinero del presupuesto público para construir hoteles se pudiera comenzar a cambiar la actual situación de desabasto.

La dependencia de alimentos desde del exterior también es un problema de seguridad nacional y soberanía, pues por ejemplo en el caso del pollo es EEUU el principal suministrador de esa carne en Cuba.

Desde el pasado 1.º de diciembre está en vigor un nuevo sistema para racionalizar la venta de productos de primera necesidad como alimentos y aseo, con el objetivo de que cada núcleo familiar pueda comprar de forma más “equitativa y organizada”.

Entre otras novedades se eliminó a los organizadores de colas, una figura que se involucró desde el principio en la corrupción.