Régimen acusa a Embajada de EEUU en Cuba de pagarle a activistas y opositores

Cuba acusa a la Embajada de EEUU de pagarle a la oposición. (Foto: Embajada de EEUU en Cuba – Facebook)

El gobierno de Cuba acusó a la Embajada de Estados Unidos en La Habana de fomentar la subversión política y pagarle a la oposición para atentar contra el “orden interno”.

Este domingo, en su discurso durante la clausura del II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), el dirigente Miguel Díaz-Canel acusó a la administración de Joe Biden de estar controlada por la “mafia cubanoamericana de Miami”.

Para el líder cubano, el gobierno estadounidense basa sus políticas hacia Cuba en la obtención del voto de Florida, que ha llegado a ser determinante en las elecciones presidenciales, reportó Diario de Cuba.

“Como reflejo del actual escenario bilateral en las relaciones con EEUU, la embajada de ese país en Cuba viene desempeñando un activo papel en los esfuerzos por subvertir el orden interno en nuestro país. Esta conducta no es nueva, siempre ha estado presente de un modo u otro desde que se establecieron las secciones de intereses en 1977”, dijo Díaz-Canel.

Omitiendo las acusaciones de espionaje contra funcionarios cubanos en EEUU, el dirigente señaló que la conducta de la embajada cubana en Washington “ha sido siempre absolutamente limpia”.

“Si bien nuestra misión en Washington despliega una intensa labor política y diplomática a favor de las relaciones bilaterales, en función del levantamiento del bloqueo económico, dirigida a mostrar la verdad de nuestra realidad y a contrarrestar las calumnias contra Cuba, puede afirmarse categóricamente que no ha habido nunca actividad ilegal alguna dirigida a socavar las bases políticas, legales o constitucionales de ese país”, alegó Díaz-Canel.

El también Primer Secretario del PCC, considera que los funcionarios de EEUU en La Habana se dedican a buscar información para “difamar a Cuba”, con argumentos como la falta de derechos humanos, de democracia, y las desigualdades sociales.

No obstante, el dirigente no toma en cuenta que obtener datos de todos estos problemas sociales no requiere de una gran investigación debido a la abundante cantidad de denuncias de la población y las pruebas provistas por la prensa oficialista.

El mandatario se apegó al discurso usual del régimen, de que los grupos opositores cubanos solo están motivados por intereses económicos, por el pago y la influencia de EEUU.

Con estos argumentos, Díaz-Canel desvirtúa las demandas de activistas y organizaciones como si no tuvieran fundamento y no hubiera motivos para el descontento social en la Isla.

“Son frecuentes las reuniones de los funcionarios diplomáticos norteamericanos con cabecillas de la contrarrevolución, a los que brindan orientación, estímulo, apoyo logístico y financiero. En sus plataformas comunicativas, incluyendo las redes digitales, emiten a diario pronunciamientos ofensivos que constituyen entrometimientos abiertos en los asuntos internos de nuestro país. Se trata de un comportamiento provocador”, agregó.

Díaz-Canel acusó a la embajada de EEUU en Cuba de violar “la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, la que tiene entre sus pilares el respeto de los diplomáticos a las leyes del país donde están acreditados y abstenerse de emitir juicios sobre sus asuntos internos”.

El gobierno de Cuba ha usado muchas veces el argumento de la “soberanía” y el respeto a los “asuntos internos” de los países como excusa ante las Naciones Unidas (ONU) para que se omitan sus violaciones a los derechos de su población y los abusos de autoridad en la Isla.

Díaz-Canel señaló que su gobierno enfrentará “la labor subversiva y agresiva de esa representación diplomática, lo que incluye la denuncia pública”.

Las declaraciones del dirigente fueron respaldadas en Twitter por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.