Régimen abastece de comida a las bodegas de Santiago de Cuba tras las protestas masivas

El gobierno utilizó a prisioneros de mínima seguridad para cargar los camiones de alimento. (Foto © Yosmany Mayeta Labrada – Facebook)

Tras las protestas masivas registradas en el oriente cubano el pasado 17 de marzo, las autoridades comunistas comenzaron a aplicar medidas desesperadas para tratar de calmar el descontento popular ocasionado por los apagones y la escasez de alimentos.

Según información compartida por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, el régimen ordenó vaciar los almacenes donde se resguardan alimentos destinados para las ventas en dólares en las Mipymes y llevar los productos a Santiago de Cuba, provincia donde se registraron las protestas más concurridas.

Sorpresivamente, los residentes vieron llegar a varios camiones cargados de comida a las bodegas locales. Ahora, a través de las libretas, tienen acceso a arroz, pollo, leche e incluso huevos de codorniz. Sin embargo, comentaron al comunicador que este abastecimiento va a ser momentáneo y solo va a durar hasta que se calme el disgusto popular que se vive en estos días.

“Esto es comida para hoy y hambre para mañana. Lo que queremos es libertad”, expresó al reportero una vecina de la calle 9 de Veguita de Galo, uno de los epicentros de las protestas.

Para sacar la comida de los almacenes, se llevaron a prisioneros de centros de mínima seguridad correccional, así como a militares y jóvenes del Servicio Militar Activo, utilizados como Brigadas de Respuesta Rápida en caso de manifestaciones antigubernamentales.

En Santiago de Cuba, más de 1.000 personas, por lo menos, se congregaron de manera espontánea para protestar, tras haber soportado continuas horas sin energía eléctrica en sus hogares.

Noches sin dormir, electrodomésticos averiados y servicios esenciales paralizados son algunas de las consecuencias de esta crisis energética. En Bayamo, municipio de la provincia Granma, también surgieron brotes de inconformidad. La concentración comenzó en la calle Figueredo y se extendió hasta la calle Zenea, donde los ciudadanos expresaron su malestar.

Los manifestantes no solo evidenciaron su descontento por la crisis, también demostraron el deseo de un cambio político en la Isla a través de la consigna “¡Viva Cuba libre!”.

El gobierno de Miguel Díaz-Canel desplegó sus fuerzas especiales, las conocidas “Avispas Negras”, y ordenó el cierre de varias calles en un intento por intimidar a los participantes en las manifestaciones.

Los represores arrestaron a decenas de personas, que poco a poco están siendo identificadas por activistas y periodistas independientes. Hasta la fecha, se sabe que entre los arrestados se encuentran Leandro Tamayo, Karel Artiles, Oriesel García Isaac y un joven llamado Luis.