Reingresa al hospital un herido por el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas

Varios bomberos murieron en el siniestro de agosto pasado en Matanzas. (Foto: Radio 26 – Facebook)

Las consecuencias humanas, materiales y medioambientales del terrible incendio desatado en la Base de Supertanqueros de Matanzas, en agosto pasado, siguen latentes hoy, a casi dos meses de este hecho, y perdurarán mucho tiempo más. Esta difícil realidad la viven de cerca quienes se vieron afectados directamente por la gigantesca explosión, que tardó días en poder ser sofocada.

Tal es el caso de uno de los heridos, cuyo nombre no fue divulgado, quien ya se encontraba en casa, pero tuvo que regresar al Hospital Clínico Quirúrgico ‘Faustino Pérez’, de Matanzas, para la realización de un injerto, según informó este jueves el Ministerio de Salud Pública (Minsap) de Cuba.

Aunque no se precisaron más detalles, es conocido que los injertos de piel son empleados en la medicina para ayudar a sanar las heridas más graves, grandes y profundas, por ejemplo, las quemaduras, como podría ser la situación de este cubano o cubana.

El comunicado del Minsap agrega que del total de afectados en el incidente (146 personas), 10 permanecen hospitalizados en cuatro instituciones de salud del país y 120 ya recibieron el alta médica. Los restantes 16 fueron los que fallecieron en esta tragedia. De los 10 pacientes que no han podido regresar a casa, cuatro están graves y seis de cuidado.

Información actualizada sobre el estado de los lesionados en el accidente en la Base de Supertanqueros de Matanzas

Hasta las ⏰ 10:00 a. m. del 🗓 22 de septiembre:

▶️146 personas lesionadas
▶️16 fallecidos
▶️10 hospitalizados
▶️120 de alta médica

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— Ministerio de Salud Pública de Cuba (@MINSAPCuba) September 22, 2022

El pasado 30 de agosto, cuando concluyeron las labores para extinguir el fuego, y luego para intentar recuperar e identificar los restos, una misa en honor a las víctimas fue realizada en la Catedral de San Carlos Borromeo, de la ciudad occidental.

En la celebración eucarística se “pidió por el descanso eterno de todos los fallecidos”, y la iglesia expresó su acompañamiento espiritual a los familiares de los difuntos, contó en Facebook el usuario Henry Delgado Manzor.

Estos cubanos, muchos de ellos jóvenes alistados en el Servicio Militar Obligatorio, murieron a consecuencia del siniestro desatado en la noche del 5 de agosto, tras el impacto de un rayo que provocó un fuego de grandes dimensiones en uno de los tanques, y se extendió a otros durante los cinco días en que fue imposible apagar las llamas.

Debido al tiempo de exposición al fuego y a la magnitud del mismo, fue imposible identificar a algunas víctimas.

“En un horno incinerador de cadáveres como los que hay en Cuba o en cualquier país del mundo, en dos horas, a 800 grados centígrados, se convierte en ceniza un cuerpo. De forma tal que, partiendo de este concepto, la primera modelación que hicimos era que si las condiciones ahí fueron por el efecto de las llamas podía haberse desaparecido todo”, refirió Jorge González Pérez, presidente de la Sociedad cubana de Medicina Legal.