Residentes de Marianao desmienten reportaje del Canal Habana

La realidad del municipio Marianao está lejos de ser la “retratada” por el Canal Habana. Así lo pudo constatar el portal independiente CubaNet, tras adentrarse en la otrora “Ciudad que progresa”, como advertía la publicidad de esa localidad habanera antes de enero de 1959.

De acuerdo con el reportaje de televisión, transmitido por el espacio Libre Acceso, del citado canal, con motivo de celebrarse en ese municipio del suroeste capitalino el acto provincial por el 26 de julio, y con el objetivo de informar sobre las tareas de recuperación que allí presuntamente se realizan, Marianao es lo más parecido al paraíso.

Precisamente, un fragmento de entrevista a dos motoristas en plena vía pública se ha hecho viral y es que, ante las interrogantes de la periodista Elizabeth Cánova, los interlocutores aseguraron, de forma irónica, vivir en una localidad libre de colas, apagones y disponibilidad de pollo todos los días.

Más allá del revuelo generado alrededor de Marianao, lo cierto es que, al igual que en cualquier parte de La Habana, se sufre de las constantes colas y la escasez.

Además, “el agua está viniendo sucia, que no se puede casi ni tomar”, precisó una de las personas entrevistadas por CubaNet. La luz la quitan todos los días por la madrugada. Por otro lado, al referirse al tema de la alimentación, nada más lejos de la realidad relatada por Cánova, pues “no se puede coger un pollo, no se puede coger nada”.

En otro momento, el texto del portal de noticias señala que en el municipio se han elevado los casos de dengue. Algo que, sumado al casi colapso de los servicios médicos del hospital pediátrico ‘Juan Manuel Márquez’ y la falta de fumigación debido a la escasez de combustible, mantiene sumido al lugar en una situación sanitaria compleja.

“Todo lo transmitido por la televisión es fachada (…) Que caminen por los barrios marginales, para el final de Los Pocitos para que vean si en Marianao hay o no hay, y si está bueno o malo. Que caminen para que vean cómo tienen a la gente viviendo entre fosas”, denunció uno de los residentes.

Para la prensa oficialista no resulta nada nuevo brindar una realidad distinta al día a día de los cubanos. No obstante, la lluvia de reacciones generada por el tema ha trascendido más allá. Muchos lo consideran una burla a las necesidades de la población, que está hundida entre apagones, mala alimentación y enfermedades.