Residentes en Las Tunas corren el riesgo de enfrentar una plaga de caracol gigante africano

Residentes en la cabecera provincial de Las Tunas corren el riesgo de enfrentar una plaga del caracol gigante africano, una especie invasora en Cuba que se reproduce con rapidez en zonas húmedas u otros espacios.

El medio independiente Cubanet informó que el molusco es visible en grandes cantidades en la vera de la céntrica avenida ‘30 de Noviembre’, rumbo a la estación del ferrocarril.

Se desconoce si las autoridades sanitarias de la Isla han reactivado las medidas preventivas, que generalmente se aplican en las zonas donde el caracol aparece en masa, siendo un peligro para la población.

Hasta antes de la pandemia de la COVID-19, el gobierno cubano mantenía activa una campaña de control en el mencionado territorio oriental, para eliminar al molusco y alertar a la población sobre cómo debe ser manipulada esta especie, incluida entre las 100 más venenosas del mundo.

Si este molusco se toca de la manera incorrecta, puede provocar enfermedades como bronquitis, trastornos intestinales, meningitis y encefalitis.

Las zonas sombreadas y húmedas, animales en descomposición y contenedores de basura son los espacios propicios para su rápida reproducción. Además, tiene la capacidad de consumir cientos de variedades de plantas, una situación que podría representar severos daños para la agricultura y áreas naturales.

El citado caracol vive un promedio de seis años y está principalmente activo entre la tarde y las primeras horas de la mañana. En Cuba, fue detectado en 2014 y a la fecha se ha extendido a 13 provincias.

Los reportes indican que un turista nigeriano logró introducir de manera ilegal unos caracoles para utilizarlos en un ritual religioso y luego fueron liberados.

En diciembre del año pasado, vecinos de Ciego de Ávila y personal de la Dirección de Sanidad Vegetal capturaron a más de mil ejemplares en un perímetro trazado de Camino del Jiqui, hasta las calles séptima y novena.

En el transcurso de 2020, la mayoría de los brotes ocurrieron en las provincias de La Habana, Villa Clara, Mayabeque, Artemisa y también en Las Tunas, donde capturaron a más de 18 mil caracoles.

Una forma de eliminarlo es rompiendo su caparazón y luego meterlo en una bolsa con cal o sosa cáustica, que posteriormente se entierra para neutralizar la reproducción. Este procedimiento se debe realizar con guantes para evitar un contacto directo.

Las autoridades comunistas han pedido que ante cualquier avistamiento, lo mejor es reportarlo a Sanidad Vegetal o en el respectivo Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.