DEPORTES
Los secretos de Maradona: ¿Qué escondía el astro del fútbol?
Algunas cábalas que lo llevaron a los mejores títulos salen a la luz para honrar al astro argentino
No todo con Diego Armando Maradona fue un libro abierto. Su vida se caracterizó por triunfos pero también por los sinsabores de una historia llena de secretos.
El autor del mejor gol de la historia del fútbol, en aquel inolvidable mundial de México en 1986, logró que Argentina triunfara sobre Alemania con un 3-2 que lo catapultó como astro en el campo.
Pero con al menos 12 copas obtenidas a lo largo de su carrera deportiva, El Pelusa nacido en Villa Fiorito, Argentina, se comprometió al 100% con un sueño que lo llevó a la gloria.
Pero eso de sentarse en el trono como el mejor futbolista del planeta, tal cual lo reseña en su libro libro “El partido”, Andrés Burgo, no es solo un relato de vivencias dentro del campo sino una serie de secretos “mejores guardados” sobre el mediocampista.
El gran partido de la “mano de Dios” y del “gol del siglo” revela algunos de secretos. El famoso preparador de futbolistas, Fernando Signorini se dio a la tarea de revelar uno de ellos.
“Cuando faltaban tres meses para México 86, Diego me dice en Nápoles que quería ponerse las pilas con el Mundial. Yo justo había leído el trabajo de un ciclista italiano, Francesco Moser, que había batido el récord del mundo en altura. Había hecho su preparación con un tal Enrico, un fisiólogo del norte de Italia. Hicimos una cita, y nos dijo que teníamos que conectarnos con Antonio Dal Monte, capo de investigación deportiva, biomecánico de fama mundial. Su centro quedaba en Roma. Parecía la NASA. Él sabía que era su Mundial o el de Michel Platini, Se jugaba en la altura de México, había smog y las marcas no podrían ser persecutorias”, narró Signorini.
Empeñado en su objetivo, Diego hizo su propia pretemporada viajando desde Nápoles a Roma, una manera de tener su propia adaptación como buena parte del plantel la había tenido en el viaje a Tilcara, Jujuy. Así que se fue sin dar detalles a prepararse solo para el gran reto que luego lo catapultaría en el deporte sagrado.
Salvatore Carmando fue masajista de Diego Maradona. El 10 de Argentina lo conoció en el Napoli y de ahí no lo dejó por años. “A Diego lo masajeaba una hora antes de cada partido. Sus piernas eran distintas a las de los demás jugadores. Tenía músculos duros y flexibles a la vez; nunca vi algo así. Se tiraba en una camilla y se relajaba, como si quedara en trance. Él no decía nada mientras lo masajeaba. Yo usaba una crema especial, que hacía con barro. Era una receta que nunca le conté a nadie”, contó el fisioterapeuta en el libro de Burgo.
Pero también el utilero de aquella época Tito Benros supo confesar otro de los secretos bien guardados de El Pelusa. “Yo le lustraba los zapatos a Maradona -supo confesar el utilero Tito Benros- y tenía mi propio secreto. Diego me preguntaba ‘qué le ponés a los botines, hijo de puta’, pero yo nunca le decía. Lo que usaba era una crema de silicona de kerosene blanco, una pomada que se usaba para la montura de los caballos. Los botines quedaban espectaculares. Diego llevó al Mundial cinco pares de Puma número 37, algunos con tapones bajos y otros altos”.
Las cábalas de Diego Maradona
La estrella de la selección Argentina compartió con el exgubolista Pedro Pablo Pasculli una habitación en la previa de algunos partidos. Juntos elaboraron una serie de cábalas memorables.
“Una de ellas fue poner un calendario grande que pegamos en la pared entre las dos camas. Primero íbamos marcando los días que faltaban para el Mundial. Segundo, marcábamos con crucecitas cada vez que un seleccionado perdía y se volvía a su casa. Anotábamos los partidos que se iban a jugar y los veíamos por la tele. Era un ritual. Además, en las paredes colgábamos fotos de nuestros familiares antes de los encuentros para sentirnos cerca de ellos. Él ponía las de son Diego, doña Tota y de Claudia (Villafañe). Pero no sólo de los familiares, sino también de dos mujeres que eran muy bellas para Diego, que le gustaban mucho: Valeria Lynch y Pata Villanueva”, confesó Pasculli a Infobae.