Rosario Murillo, esposa del Daniel Ortega, asume el control del Ejército de Nicaragua

Rosario Murillo fue nombrada copresidenta de Nicaragua como resultado de reformas a artículos constitucionales. (Captura de pantalla © Confidencial – YouTube)

La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó una reforma legal que permitirá a Rosario Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, asumir el mando del Ejército de esa nación centroamericana, informó AFP.

La medida fue aprobada en primera instancia por el Congreso, controlado por el Frente Sandinista, y se enmarca en un proceso de consolidación del autoritarismo que ejerce la pareja presidencial.

Cabe recordar que Murillo fue nombrada copresidenta de Nicaragua el pasado mes de enero, como resultado de una reforma a 148 de los 198 artículos constitucionales de esta nación. Previamente, ella tenía el cargo de vicepresidenta.

El proyecto de reforma establece que el ejército estará bajo el mando de la Presidencia de la República, definida como la Jefatura Suprema. Una vez que la reforma se complete y se publique en la Gaceta Oficial, Murillo será oficialmente la líder de las fuerzas armadas nicaragüenses.

Esta medida también otorga nuevas funciones al Ejército. De acuerdo con la reforma al Código de Organización, Jurisdicción y Previsión Militar, las fuerzas armadas deberán colaborar estrechamente con la Policía Nacional en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

La nueva ley castrense también establece que los nuevos reclutas del Ejército deberán prestar un juramento de lealtad no solo a la bandera de Nicaragua, sino también al símbolo rojinegro del Frente Sandinista, el partido gobernante.

La aprobación de esta reforma llega en un contexto de creciente represión en Nicaragua. Desde las protestas de 2018, que resultaron en más de 300 muertes, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el gobierno de Ortega ha sido acusado de instaurar una “dictadura familiar” que ha atacado a la oposición y a la sociedad civil.

Con la reforma constitucional que entró en vigor en febrero, Ortega y Murillo pasaron a controlar formalmente todos los poderes del Estado, lo que ha generado fuertes críticas tanto dentro como fuera del país.

Entre las disposiciones más controvertidas de esta reforma, se encuentra la “vigilancia” sobre los medios de comunicación y la Iglesia, así como la eliminación de la nacionalidad nicaragüense a aquellos que el gobierno considere “traidores a la patria”. Este último proceso resultó en la expulsión de cientos de opositores y críticos del país.

El gobierno de Ortega, que inició en 2007 tras una victoria electoral, ha sido ampliamente criticado por su creciente autoritarismo. La reforma al Código Militar, ahora en proceso de promulgación, es vista por los detractores del gobierno como un paso más hacia la militarización del Estado nicaragüense, donde las instituciones clave, incluida la Policía y el Ejército, están bajo el control directo de la pareja presidencial.