Sacar a Rusia del SWIFT: La sanción que EEUU y Europa no se atreven a tomar

Un total de 200 países están conectados al sistema SWIFT que agrupa a más de 11.000 instituciones financieras. (Foto: SWIFT-Facebook)

El mundo occidental ha respondido con sanciones económicas hacia Rusia y en especial contra el presidente Vladimir Putin y el canciller Serguei Lavrov, luego que las tropas rusas comenzarán la invasión de Ucrania.

Sin embargo, hay muchas críticas sobre el efecto real e inmediato que puedan tener estas sanciones. Por eso muchos apelan a un golpe de efecto más demoledor: sacar a Rusia del SWIFT.

¿Qué es el SWIFT?

SWIFT significa Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (en inglés «Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication»). Es una organización mantiene una red internacional de comunicaciones entre bancos y otras entidades financieras, lo cual permite hacer transacciones bancarias tanto a personas individuales como a Estados en su conjunto.

Un total de 200 países están conectados al SWIFT agrupando a más de 11.000 instituciones financieras. Este sistema mundial se fundó en 1973 y está supervisado por el Banco Nacional de Bélgica, la Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo y otros importantes bancos mundiales de referencia.

¿Cómo podría afectar a Rusia la prohibición de acceder al sistema bancario?

Por ejemplo, según Bloomberg en un día promedio del 2021 el SWIFT registró 42 millones de mensajes para efectuar cambios de divisas, transferencias monetarias, entre otras acciones. En sentido estricto el SWIFT no mueve dinero, pero sí la información sobre el dinero que en un mundo interconectado es lo más relevante.

Quizás por esta razón, la existencia de un mundo con finanzas globalizadas donde todo está interconectado, es que los EEUU y Europa no se atreven a sacar a Rusia del SWIFT pues se verían afectados ellos mismos, generando descontento y caos financiero.

De igual forma, las sanciones de Europa a Rusia no han incluido los recursos energéticos que le compran a diario a Vladimir Putin. Por ejemplo, Alemania -conocida como la locomotora de Europa por su potencial económico- depende en un 40% de la importación de gas natural desde Rusia.

Una exclusión de Rusia del SWIFT significaría por ejemplo que los empresarios rusos no podrían recibir el pago de ese gas natural que exportan a Europa. Es presumible entonces que al no poder cobrar los proveedores cortarían de inmediato la exportación de recursos energéticos hacia países europeos que dependen de ellos, sobre todo en plena temporada invernal.

¿Hay precedentes de expulsiones del SWIFT?

Sí. En 2012 Irán fuer expulsada del sistema bancario internacional como parte de las sanciones por su programa nuclear. Analistas consideran que durante los cuatro años que duró la sanción perdieron el 50% de los ingresos por exportaciones de petróleo y el 30% de su comercio exterior. La pérdida no fue completa pues se mantuvo comerciando con aliados: Rusia y China, fundamentalmente.

Sin embargo, no son comparables las dimensiones de la economía iraní con la rusa y la interrelación de esta última con los países europeos.