Sacerdote de Camagüey advierte que la indignación podría desatar nuevas protestas masivas en Cuba

El sacerdote Alberto Reyes Pías denuncia en el extranjero los problemas de Cuba. (Captura de pantalla: Wenceslao Cruz – YouTube)

El sacerdote católico cubano Alberto Reyes Pías declaró ante la agencia periodística EFE que en la nación caribeña podrían ocurrir otras protestas masivas como las vividas el 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos salieron a las calles a exigir respeto a los derechos humanos y un sistema democrático.

Al ser entrevistado en la ciudad de Madrid, España, el religioso apuntó que la creciente indignación del pueblo cubano sería detonante para una nueva manifestación de grandes proporciones.

El párroco de la diócesis de Camagüey también destacó que los cambios deseados por el pueblo cubano se deben llevar a cabo desde dentro del país, pero con la ayuda externa. «Necesitamos de personas en el extranjero que quieran el bien de Cuba. Muchos se han dejado engañar por la propaganda de que es una isla feliz y próspera», agregó.

Reyes Pías, quien se encuentra en territorio ibérico como parte de una gira a cargo del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, comentó que se ha ofrecido para pronunciarse en el exterior sobre la actual realidad en la Mayor de las Antillas.

Asimismo, expresó su preocupación por la falta de cambios en el gobierno cubano, que sigue anclado en el discurso de los años 1960 y no es capaz de ver la actual situación del país; además de continuar aplicando una brutal represión y encarcelamiento contra quienes denuncian los problemas.

«La gente tiene miedo, el gobierno no está jugando y si te tiene que meter en la cárcel, lo va a hacer, y, por otro lado, hay una indefensión aprendida, hay muchos cubanos que creen que aquí no hay nada que hacer», añadió.

El religioso también explicó que el libre visado para Nicaragua y el parole humanitario de Estados Unidos se han convertido en «válvulas de apertura» para muchas personas que deciden buscar mejores condiciones de vida. Pese a estas dos medidas, el párroco sostuvo que persisten los viajes ilegales.

«Esta es la oportunidad de irse, hay una crisis de alimentación, de medicamentos, de transporte, y ahora con los cortes de luz, que son cada vez más frecuentes y largos, la situación es muy desesperante, no hay ningún signo de esperanza de que vaya a haber un cambio», refirió.

Sin embargo, el cubano lamentó que el éxodo también beneficie a la continuidad del castrismo en el poder. «Se va la gente contestataria, se resuelve en parte el problema habitacional y el gobierno sabe que todas esas personas en cuanto se estabilicen van a mandar dinero», finalizó.